Un año más, y ya van cuatro, celebramos en Comunidad Umbría el día Hodrum. No es cosa vuestra, no es un bug (lo fue, ahora tiene conciencia propia y nos gobierna cada 11 de noviembre). Si ya sabéis de qué va la cosa, alisad vuestra túnica, ajustad la goma de vuestro sombrero y disfrutad de la magia, que el anonimato y la identificación grupal (si no os gusta el fútbol) dura sólo un día. Si no tenéis ni repajolera idea de qué es esto que os estamos contando y de por qué una multitud de astrólogos hiperestimulados que hacen calistenia parecen haber tomado el control de vuestros avatares, os debemos una explicación.
Hodrum fue un personaje que el umbriano Julius Corvus creó para la partida de Ars Magica "Sombras del Cisma". El 11 de Noviembre de 2007, la ficha y el nombre de Hodrum apareció en los personajes de todas las partidas de Umbría. Divididos entre el pánico y la hilaridad, los umbrianos mostraron su perplejidad en el foro y el problema fue solucionado por Chemo y sus goblins el mismo día 11. Como caracteriza al sentido del humor de la Comunidad, pronto se sacó provecho del episodio: el 18 de Noviembre de 2007 se realizó una votación para decidir el diseño de unas camisetas para la comunidad con el lema: "Todos somos Hodrum". Igualmente, Dragón Novato abrió el 19 de Noviembre su partida "El Rol Hodrum", de carácter humorístico. Por último, el propio Hodrum se dio de alta como usuario en la Comunidad, y su cuenta fue usada para postear en algunos hilos con posterioridad al episodio.
Y eso es todo. Recordad que coincidiendo con este día también otorgamos los premios hodrumbrianos a: 1) el usuario que más veces haya intentado en vano cambiar su avatar hoy 2) el usuario que más veces por segundo haya pulsado F5 y 3) el alarmado usuario que ha abierto más hilos informando acerca del bug. El premio en cada una de esas categorías suele ser el ostracismo, que no es en sí una cosa material y que ni siquiera es reconfortante, pero tranquilos: si algo nos ha enseñado Hodrum es a no dejarnos vencer por la adversidad. Porque hasta el umbriano más insignificante, si tiene un sueño, puede convertirlo en un bug.
¡Feliz Día Hodrum, umbrianos!
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