Tras el éxito que Gordon Lewis y su pareja en la producción David F. Friedman habían conseguido con Blood Fest, pensaron que podrían ganar mucho más si hacían una película mucho más elaborada. Así, y con un presupuesto de setenta mil dólares, realizaron este film. Para él contaron con buena parte del equipo del anterior largometraje, empezando por la actriz principal, la playmate Connie Mason. Dos Mil Maníacos no llegó a alcanzar el éxito del anterior trabajo de Lewis y Friedman, pero pese a ello es la favorita del primero. La idea del guión surgió de Friedman, tras ver el musical Brigadoon de Vincent Minelli. Tras comentarle la idea principal a Lewis éste se encargó de escribir la película, pieza clave en la historia del gore.
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