Peliculas

A Dark Song es una película de suspenso,  terror,  Fantasía,  Drama, Misterio y todos esos géneros conviven armónicamente en los 100 minutos de largometraje.

Para empezar hay que decir que es una película estrenada en 2016 y dirigida por Liam Gavin, quien es uno de los directores responsables de The Haunting of Bly Manor. No cuenta con otros largometrajes de renombre, por lo que podría decirse que en dicho aspecto es un debut, y por lo que expresaré mas adelante, bastante prometedor. Para quienes hayan quedado impactados e impactadas como yo, les diré que se pueden ver 3 cortometrajes de Gavin, a saber: Sunshower, Jericho, y Shooting Blanks.

La producción  se divide entre lo british y lo irish y se puede distinguir en esos hermosos acentos promulgados por los dos protagonistas. La barba roja del brujo habla un irish que se distingue a leguas, y la compungida mujer habla un british también exquisito (Por si no se nota, recomiendo escuchar el idioma original, no solo siempre, sino aquí también).  Estamos hablando de Steve Oram ( Sightseers) y Catherine Walker ( The Clinic, Northanger Abbey), como los dos protagonistas de la historia, y casi los únicos personajes,  exceptuando a un personaje que aparece solamente al principio del film y una hermana de la protagonista, que también aparece brevemente una sola vez en 100 minutos. 

Al ser una producción independiente, el film tuvo estrenos en teatros y cines selectos, en 2016, y en plataformas digitales en 2017. Actualmente, en Latinoamérica, se puede ver en la plataforma Prime Video. 

Hay que decir que la recepción de la película fue bastante buena gozando de un 91% en Rotten Tomatoes, con un puntaje de 7,4 de 10. En Letterboxd (mi plataforma de cabecera) cuenta con 3,4 estrellas de 5 . En cuanto a IMDB baja considerablemente a 6.2. Finalmente en Filmafinity la puntuación cae a 5.4 de 10.  ¿Mi puntuación? al final ^^.

No podemos dejar de destacar que la película obtuve 7 premios y 7 nominaciones en varios festivales a lo largo y ancho del viejo continente.

Pero ¿Qué nos vamos a encontrar al ver la opera prima de Liam Gavin? Desde el principio la trama se encarga de dejarnos claro que la cosa va de ocultismo y magia negra. Invocación de espíritus y planos alternos de realidad se inmiscuyen en las vidas de los protagonistas. Joseph Salomon (Steve Oram) se niega en principio a conducir el ritual negro para comunicarse con el pequeño hijo muerto de Sophia Howard (Catherine Walker). Finalmente cuando este está a punto de irse de la ciudad, ella logra convencerlo y comienzan los preparativos. Los protocolos (usando una palabra muy de estos tiempos) para llevar adelante los rituales son bastante llamativos, y exceden las típicas velas y cirulos de sal. Si bien dichos elementos están muy presentes en la obra,  no son los únicos que traen el esoterismo a este plano, sino que también hay una relación de sumisión por parte de Sophia hacia Joseph, hasta el punto de la violencia explicita, laceración, ingesta de sangre del hombre, ayuno, abstinencia y todo acompañado de las típicas palabras mágicas,  llevado con exasperante constancia a lo largo de 6 meses, como mínimo. Para estos fines ambos se encierran (con un circulo de sal) en una mansión. Allí viven sus macabras aventuras. En algún momento, entrados ya los sufrimientos de ambos, y varias jornadas de rituales, Joseph termina enterándose de la peor manera de que lo que busca Sophia realmente es venganza de quienes asesinaron a su hijo, y no comunicarse simplemente con este. Su hijo, aparentemente, murió en medio de un ritual ocultista practicado por adolescentes. Ella los quiere muertos. Horriblemente asesinados. 

Aquí los sucesos toman otro rumbo mas tortuoso y angustiante. Hasta este momento el ritmo de la película es apacible dentro de todo y sin demasiados sobresaltos, pero en esta segunda parte todo comienza a cobrar vida, y las manifestaciones de otros planos oscuros entran en escena. Verán comentarios que hacen referencia a la lentitud de la película; bueno, sin son ansiosos quizás la película les parezca carente de emociones, y ritmo, pero a mi entender, y a mi edad, creo que es perfectamente preparatorio para lo que vendrá después. Además, condice perfectamente con lo apacible de esos días en la mansión. No hubiera habido mejor forma de expresar la soledad, el silencio, el aislamiento de los personajes, consigo mismos, la angustia, y la exposición a lo desconocido, que no sea con el silencio, la tensión constante entre ambos y los largos periodos de repetición ritual infructuosa. Todo esto, por supuesto, traído a nosotros con exquisitos planos, juegos de color y luz de velas que le dan a todo el proceso una cadencia exquisita. 

Sobre el final, el terror se hace patente, ahora sí, y no solamente asusta sino que desespera. Lo demoníaco está ahí, a una pantalla de distancia. Elementos tan trillados como la oscuridad, los cuerpos, las voces cobran nuevos sentidos en el imaginario de Liam Gavin, para darle una profundidad al horror que rodea e inquieta, de manera opresiva y exasperante.

Recomiendo ampliamente este film para una noche de silencio y frio y pasar unos buenos sustos.

Mi puntaje para el film debut de Gavin es: 4 estrellas de 5.

Para mas reseñas y contenidos de otro tipo, mi Blog Gazebor, está siempre para ti y tus ganas de leer.