Sincermanete, al entrar al cine pensé, que dios nos coja confesados que dinero más bueno acabo de tirar. pero mientras veia la pelicula me dije, caray, no es tan mala como parece, los actores no son tan tristes, tiene algunos toques entretenidos. Y acabe saliendo bastante contento con la pelicula, lo cual ya es mucho para una pelicula de Drew Barrrymore.