el Max Azules una maravilla de película que a todos los que nos gusta la aviación nos encanta. Y George Pepard, siempre denostado, está bien para variar.
Adolece unicamente de dos fallos, al igual que el resto de filmes de la época: Por un lado, había que meter con calzador a la guapa de turno para que hubiera un romance forzado en la película. Y por otro, que al contrario del cine actual, donde se busca el perfeccionismo en cuanto a las reconstrucciones de época, digamos que en la película se produce algún que otro anacronismo en lo referente al equipo y a los aviones (he sido bastante sutil, que la película merece la pena y no es plan de ponerla mal).
De acuerdo en que ya ha pasado un tiempo desde que se hizo la película, pero no ha envejecido nada mal y se puede ver perfectamente.
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