Lagikshere:
Este es el ejemplo de cómo se hace una buena película, además de una lección para los actores profesionales.
Destacaría también el montaje, que recurre a inumerables flash back mostrados de una forma sencilla, sin confundir en ningún momento.
Son muchos los personajes, pero me quedaría con el principal de todos ... Zé Pequeño
Curiosidades:
- Fue rodada en las peligrosas favelas de Río de Janeiro, conocidas como Ciudad de Dios, y para poder filmar allí se tuvo que conseguir el permiso de los narcotraficantes de la zona.
- El guión es de Bráulio Mantovani y se llegaron a escribir doce borradores del mismo.
Club de cine:
Este es una película tan dura como interesante. No es fácil de ver pero merece la pena.
Tal vez lo más destacable sea la dirección.
Fernando Meirelles y
Kátia Lund hacen un gran trabajo, siguiendo claramente el estilo de
Guy Ritchie. En las tomas no se ahorran nada. La historia se ambienta en un barrio violento, y violencia es lo que refleja. Consiguen el punto junto entre un excesivo realismo y la violencia gratuita.
La calidad de los actores es un tanto irregular. Supongo que esto se debe a que muchos de ellos eran habitantes de las favelas y no eran actores profesionales. Sin embargo sí destacan los trabajos de los protagonistas. Tanto Alexandre Rodrígues como Douglas Silva.
El guión, que es una adaptación del libro homónimo de
Paulo Lins, tiene puntos muy interesantes. Es ágil y entretenido. Que salte entre tres décadas ayuda a ver la evolución del barrio y de los hechos. El final es sorprendente y el desarrollo de los personajes fantástico. A pesar de la carencia de medios, estamos antes una buena obra.
Cosillas interesantes:
Spoiler (marca el texto para leerlo):
— Los raterillos son geniales, estad muy atentos a estos pequeños monstruitos.
— La forma en la que explica como escalar peldaños dentro del narcotráfico es muy amena.
— La naturalidad con la que habla de la corrupción, de la prensa, de los sobornos, la pobreza… es dura pero interesante.
— La cantidad de veces en las que el protagonista piensa que en Ciudad de Dios no compensa ser honrado.
El maquillaje, los peinados y el vestuario ayudan a situarnos en cada época. Cambian con las décadas y son una buena elección. Además ayudan a reflejar la suciedad y la pobreza de la que viven rodeados, o la opulencia de los pijos o los narcos.
La iluminación es acertada. Sobre todo los juegos de sombras y luces sobre los personajes negros, que son la mayoría.
La música abarca todos los estilos brasileños, adaptándose al entorno. Tenemos samba, cantautores, música disco… todos bien situados respecto a la escena.
Destaco de nuevo el buen trabajo que han hecho con tan poco presupuesto. Porque Ciudad de Dios es una buena película y muy recomendable. Desde luego deja en ridículo a las grandes producciones con millones de euros/dólares que nunca acaban de despegar.
Curiosidades:
— Para grabar en las favelas el equipo tuvo que pactar con los narcos de la zona.
— Se llegaron a escribir doce borradores del guión.
Nominaciones en los Oscar:
— Mejor dirección.
— Mejor montaje.
— Mejor guión adaptado.
— Mejor fotografía.