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Civil war

Bélica Drama Ucronía
Por Capitán Cole

Civil war (2024)... es una película.

Lo primero que me ha parecido raro es su elección de banda sonora. Desde el principio queda patente que el director ha tratado de crear un estado emocional determinado, impactando a través de escenas crudas, tensión, contraste y estos temas musicales tan aparentemente incoherentes que chocan a menudo con lo que se está viendo. Temas de folk, country y pop estadounidenses, aparentemente alegres en un momento en que están sucediendo cosas horribles, para cambiar a retahílas de notas tensas en el momento adecuado, y luego tras lo terrible de la escena, un silencio que parece querer decir algo.

No me llega a convencer. Entiendo la intención (desestabilizar, enajenar, hacerte sentir descolocada e incómoda), pero creo que no lo logra. Las notas discordantes no son fáciles de emplear correctamente, y en esta banda sonora no dan con la tecla.

Dejando aparte la música, toda la película va detrás de ese intento de crear una impresión emocional. Los personajes de la chica joven e idealista y el viejo veterano y algo menos idealista están para generarte esa empatía, y te pasas la película esperando que los maten en un momento álgido tras una escena tensa de cojones. La reportera protagonista y su compañero (de quien no aclaran si es su conductor, cámara, redactor, o qué...) algo salvaje y un poco guarrete pero buen tio realmente no aportan nada; no son malos personajes per se, pero no encajan en la historia como los otros dos, cuyo papel está claro. No obstante el trabajo de construcción de los mismos es bueno, y ambos (uno con las emociones a flor de piel, y la otra con las emociones bajo una capa de hielo y hartazgo) ofrecen una perspectiva diferente de cómo dos reporteros de guerra pueden llegar a tomarse un conflicto en términos generales, y una guerra civil en su propio país en concreto.

Todo funciona más o menos bien, no es una mala película. Se le ve un poco el plumero en ese intento de crearte el shock emocional, pero por lo demás plasma un poco lo que uno esperaría encontrar en una guerra en algún país tercermundista. Y creo que aquí es donde patina principalmente, porque no tiene lugar en Somalia o Zanzíbar, sino en Estados Unidos, y eso destruye la suspensión de la incredulidad.

La historia, aunque nunca te cuentan mucho y da la impresión de que te has perdido la precuela, parece dar a entender que los estados de California y Texas por un lado, Florida y los estados del sudeste por otro, y los estados del noroeste por otro, se han alzado en rebeldía contra la Federación y de hecho están ganando una guerra civil contra lo que parecen Washington y los estados de Nueva Inglaterra, además de alguno del medio oeste. Resulta... difícil tragarse una estupidez de ese calibre, aun entendiendo que el director trata de que entiendas lo que ocurre en otros países con el típico "esto te puede pasar a ti" que ya trató John Grisham en Tiempo de matar con aquel famoso "... ahora, imaginen que esa niñita es blanca". Se entiende, se aprecia el intento, pero no cuela.


Vemos unos Estados Unidos vacíos de gente en donde debería haber, y llenos de gente en donde no tendría que haber nadie. Vemos campos de refugiados en estadios deportivos en medio de ciudades, en donde serían carne de cañón de francotiradores enemigos, vemos un vecindario que aparentemente se ha librado de lo peor de la guerra porque "han preferido no mirar" y que al parecer se basta con la presencia de unos cuantos guardias en las azoteas para evitar que los ejércitos en pugna arrasen el lugar. Muestra atrocidades cometidas aparentemente sin ningún sentido, a gente siendo lo peor posible e incluso a soldados uniformados cometiendo crímenes de guerra evidentes a plena vista y en pleno día, sin apoyo, tropas de refuerzo, ni otra presencia militar. De hecho, el concepto de grupo de lobos solitarios parece ser la única forma que tiene el director de entender las escuadras de combate hasta las escenas finales, en las que vemos algo de guerra CQC... es un recurso útil para mostrar su fuerza y su violencia, pero la guerra no es así, y desde luego una guerra civil en USA no sería algo así. Resulta ridículo porque han intentado mostrar Sarajevo en West Virginia, y eso no tiene ningún sentido.

Dejo aparte precísamente las escenas de combate finales porque, si bien aciertan en ciertos puntos, como en las tácticas de asalto pesado urbano, la cagan desastrosa y miserablemente en otros, como cuando ponen un Chinook que es jodidamente enorme a volar estabilizado en plena calle mientras dispara alegremente contra unos tiradores que lo habrían volado al instante con un lanzagranadas si el realismo tuviera algún lugar en esa escena.

Dejo aparte también lo absurdo de un argumento que muestra a un líder como el Presidente de los Estados Unidos atrincherado en la Casa Blanca como si fuera un mero señor de la guerra africano, agarrándose las pelotas y babeando, así como lo refinado de una táctica que consisten en "ir a por él con todo", pillarlo, y acribillarlo si se puede. Lo dicho, tratan de representar lo que pasaría en Mogadishu, pero lo ponen en Washington D.C., la ciudad más y mejor protegida del mundo. En fin, van a lo fácil para intentar que sientas el miedo, que sientas qué pasaría si te ocurriera a ti, pero la cagan un poco en la ejecución, aunque supongo que una idea tan ridícula tampoco podría haberse hilado mucho mejor.

Pero me gusta mucho el concepto de que los malos son, de hecho, las fuerzas oficiales, la federación. Washington. En todo momento los protagonistas se identifican con las fuerzas rebeldes sobre todo de California y Texas, y dan por sentado que los que cometen atrocidades, asesinan periodistas o extranjeros nada más verlos y son cobardes, malos combatientes y fanáticos son de hecho las fuerzas federales. Es una inversión curiosa de lo que sería lógico. Los texanos y californianos les tratan con humanidad y son disciplinados y fuertes, mientras que el enemigo está disperso, es cruel e inhumano, y siempre resulta derrotado de forma contundente. ¡Están narrando la caída de una república bananera, pero en USA!

En fin, es una película extraña, que impacta menos de lo que le gustaría pero queda resultona. Si tenéis hora y media de sobra y os apetece hacer el ejercicio de imaginar cómo sería en tu propia ciudad, en tu barrio, que tu puto primo el milico te apunte con su fusil mientras mastica un chicle y sonríe con malicia. Y si odiáis América bla bla bla os encantará, porque es la fantasía de muchos hecha realidad.

Aunque mucho me temo... que es una fantasía bastante idiota.


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