Se trata de la película en que se encuentran por primera vez dos raros actores que comparten el hecho, además de ser "raros", geniales, de estar siempre bien en películas menos graves. Son Johnny Depp, quien se cree Don Juan, y Marlon Brando, o mejor dicho, Don Octavio de Flores, en la figura de un obeso psiquiatra que, a medida que Don Juan le cuenta su historia, se adentra en su particular y maravilloso mundo.
La pasión del amor de Don Juan, la pasión que nunca llega a satisfacerse, que siempre pide nuevos estímulos; la insaciabilidad, porque nunca tengo suficiente. Don Juan está dispuesto a saltarse cualquier ley o desafiar cualquier poder por tal de seguir su carrera inacabable. Para recordar, ese momento en que se nos muestra una foto de Brando, joven, con su padre.
Una película agradable de ver para todos aquellos que creen en la fantasía y la imaginación como estrategias humanas para enriquecer nuestra limitada percepción de la realidad y, porque no, en una pasión terriblemente contagiosa.
Deep hace un papel magnífico y Brando ayuda. Una peli que te hace volver a creer en la fantasía y en que todo es posible.
Me encanta la farse de Brando "Jubilarme... ¿de que?, ¿de la vida?"
Una película para os que no ponen límites ni a la fantasía ni al amor.