Un auténtico icono de la ciencia-ficción de los años 50, cuando las series B xenófobas arrasaban en las taquillas, esta versión Shakespeariana se destaca por tener un guión elaborado y una visión más futurista. Indicando la época en un fantástico y tecnológico futuro.
A pesar de los pobres efectos especiales, muy elaborados para 1956, el film aporta grandes dosis de acción, como un buen thriller.
¿Quien no recuerda al enorme robot? (creo que se llamaba Bobby)
Primera aparición de un robot con aspectos humanso en una película.
Muy buenos recuerdos que plasmo en una merecida nota.