Extraños en un tren es una película de Alfred Hitchcock, inspirada en una novela de Patricia Highsmith, escritora de El talento de mr. Ripley.
Ésa es la premisa, llevamos unos minutos de película y ya estamos metidos hasta el cuello. Aunque la traducción es horrible —soy de esa gente horrible que suele ver las películas en castellano, como ya os habréis dado cuenta—, pero horrible, horrible, horrible —horríbile, incluso, que diría Ciri de Cintra—, y el doblaje es bastante lamentable, queda claro desde el más pronto inicio, que los diálogos son ágiles, claros y divertidos.
Los personajes son muy grandes. Bruno es genial y gana puntos durante casi toda la película. Está tan loco, es tan atrevido, está tan convencido de lo que dice, que cautiva en su alocada fantasía asesina. Miriam (Kasey Rogers), la mujer de Guy, que lleva en su útero al hijo de otro pero quiere exprimir a su marido hasta las últimas consecuencias porque es un hombre pudiente, es otro personajazo: duro, artero y terrible. Una. Mala. Zorra. Guy y la mujer por la que quiere dejar a su esposa cumplen. Todos, todos ellos, están perfectamente definidos a través de unos buenos diálogos, concisos e ingeniosos.
La grabación está llena de sombras, sombras por todas partes. A veces, de hecho, los actores aparecen a contraluz, meras siluetas con voces. Por otra parte, Hitchcock recurre a algunos planos muy, muy largos que le dan solidez y hacen parecer el ritmo ligeramente más relajado que el tempo al que se desarrollan los acontecimientos.
En su contra, no obstante, he de decir que el final no me ha gustado.
Spoiler (marca el texto para leerlo):
Y, por supuesto, esa idea reiterada de que los desconocidos entablan animada conversación mientras viajan en tren, que me parece totalmente forzada y sacada al caso, dado que no es una sola vez la que pasa en la película y a nadie parece sorprenderle. Tal vez hayan cambiado los tiempos, no lo sé.
Una película entretenida, fantásticamente hecha y con unos personajes magníficos, empañada por problemas como el doblaje, la traducción, ese final extraño y forzado y un par de puntos oscuros.
Además de decir «No!», cuando la pelota toca la red, haciendo un alarde xD.
Hitchcock nunca decepciona ^^ Gran guión, grandes actuaciones, unas escenas impecables... Tampoco es de las mejores de su lista, pero merece la pena verla.
Me gusta especialmente la cuñada de Guy, es un gran personaje que le da agilidad y gracia a la película. Uno de los grandes problemas que he visto es la partida de tenis. Si no te gusta el deporte, o no te enteras mucho, te vas a tragar una teóricamente apasionante secuencia de pelota va, pelota viene.
Nota.