Un musical distinto: si buscas una peli poco común, ésta es la tuya.
Original, divertida y a la vez triste, es una película inclasificable, de ésas que tiene un poco de todo y mucho de nada a la vez.
A medio paso entre la comedia y el drama, las canciones te van contando gran parte de la historia de Hedwig, de la concepción que tiene de la vida, de sus amores, desamores, y aspiraciones en la vida a lo largo de una gira promocional por todos los Estados Unidos (de ahí que es mejor verla en VOS).
Película muy estética, cuidada hasta en los más pequeños detalles, abierta a múltiples interpretaciones y opiniones (sobre todo el final), con muy buenas canciones y alejada de los tópicos del cine gay y transexual, a veces algo encorsetado y muy estigmatizado.
Bares que sirven de escenario a los sueños de una persona obligada a ser hombre y mujer a la vez, paseos entre cuerdas de tender la ropa que se vuelven interminables, ositos de goma que se convierten en cebo para capturar amantes, todo ello contado en esta tragicomedia musical sobre la búsqueda de la felicidad y la autodenominación de uno mismo.
Spoiler (marca el texto para leerlo):
Sí, es verdad, tiene algunos momentos con cierto toque Amélie (g,g)