Peliculas

En estos ovas no hay más cera que la que arde: si no te gustó el comic, no tiene ningún sentido verlas. El equipo en este caso ha hecho una adopción literal, en la que cada película se encarga de uno de los tomos del comic. La principal ventaja en este caso es que, a diferencia de la serie del 2001, tenían suficiente material para trabajar sin tener que inventarse tramas. Quizá lo que peor encaja en este caso son las bromas que incluía el autor, en un estilo de dibujo tan presuntamente caricaturesco que ya resultaba holgazán, en medio de la trama (generalmente en sueños de los personajes o similares): si bien en el manga se podían aguantar, están bastante fuera de lugar en la animación, ya que tiene un tono mucho más serio y como mucho, podría aceptar alguna broma sutil.
El avance de la trama también supone una ventaja para el diseño de los personajes: Hirano se ha cansado por fin de alargar los brazos y cambiar las proporciones de estos, por lo que pueden quedarse con el diseño definitivo: en el caso más chocante, el del malo, ya está directamente gordo en vez de ir ganando arrobas por cada tomo. Respetan también el tipo de dibujo del original, tanto en el trazo como en esa costumbre que tiene de poner los iris de los personajes en círculos.
A la animación también se le nota el cambio de siglo: los colores son más vivos e incluyen bastantes planos en tres dimensiones. Del resto, 100% anime: planos fijos de personajes o escenarios, ruptura de planos, y muchos destellos para representar batallas.