Una película sorprendente. Hemos visto a Jean Claude en tantas películas de dudosa o nula calidad (aunque bien que nos ha entretenido), que verle de repente realizar un cambio tan brusco de registro, y más ahora que su carrera está prácticamente muerta, puede llegar a dejarnos patidifusos.
Esta película no es una cinta de acción. Es es lo que JC ha hecho SIEMPRE, y de repente nos sale con una tragicomedia a medio camino del documental, en el que uno tiene tantas posibilidades de reír a carcajadas que de echarse a llorar (yo casi hice ambas cosas). Además, en la película no deja títere con cabeza, criticando a diestro y siniestro como si estuvieramos viendo la entrevista exclusiva a un famoso en un programa del corazón de la más baja ralea, previo paso por caja. Critica a sus ex-esposas, a su agente, a los productores, a la industria del cine en general, a algunos de sus competidores, a los estadounidenses, a sus propios fans... Incluso se atreve a soltar un monólogo frente a cámara fija de casi cinco minutos, una interpretación de la que sinceramente le creía incapaz.
Jean Claude me ha sorpendido. Y gratamente.
Recomiendo verla, creo que merece la pena.
Estoy de acuerdo con Juancar en todo lo que ha dicho
Una película sorprendente. Hemos visto a Jean Claude en tantas películas de dudosa o nula calidad (aunque bien que nos ha entretenido), que verle de repente realizar un cambio tan brusco de registro, y más ahora que su carrera está prácticamente muerta, puede llegar a dejarnos patidifusos.
Esta película no es una cinta de acción. Es es lo que JC ha hecho SIEMPRE, y de repente nos sale con una tragicomedia a medio camino del documental, en el que uno tiene tantas posibilidades de reír a carcajadas que de echarse a llorar (yo casi hice ambas cosas). Además, en la película no deja títere con cabeza, criticando a diestro y siniestro como si estuvieramos viendo la entrevista exclusiva a un famoso en un programa del corazón de la más baja ralea, previo paso por caja. Critica a sus ex-esposas, a su agente, a los productores, a la industria del cine en general, a algunos de sus competidores, a los estadounidenses, a sus propios fans... Incluso se atreve a soltar un monólogo frente a cámara fija de casi cinco minutos, una interpretación de la que sinceramente le creía incapaz.
Jean Claude me ha sorpendido. Y gratamente.
Recomiendo verla, creo que merece la pena.