En algunos aspectos mejora a la versión en blanco y negro, dirigida por Don Siegel.
La sensación de paranoia de los protagonistas a medida que van descubriendo la conspiración alienígena, está muy bien conseguida. El director consigue transmitir esa paranoia jugando con la música y las imagenes intentando confundir al expectador para que desconfíe incluso de los personajes principales. Si debe o no hacerlo, es algo que no voy a desvelar para los que no la vieron.