Peliculas

Esta película me encanta por muchas razones, entre ellas personales, y me es difícil, si no imposible, hacer una crítica subjetiva sobre ella. Intentaré enumerar algunas de las razones por las que adoro esta película.

En principio, Master & Commander es no sólo una excelente película de aventuras bélicas, si no sobre todo, una magnífica película sobre los marineros y el mar. Hermosamente intercaladas a las emocionantes escenas de aventuras en las que Aubrey y su tripulación se enfrentan a su enemigo, se nos muestran claramente otras escenas en las que podemos ver el el modo de vida de los marineros. Su día a día. La película está llena de pequeños detalles: Costumbres, trabajo, alimentación, leyes, castigos, creencias y formas de ocio de los marineros.

A través de esta película se nos trasmite vívidamente la idea del barco como un microcosmos. En algún momento de la película creo que es el propio Aubrey el que dice: "Esta nave.. es Inglaterra". A parte del claro sentido patriótico de esta frase, también se nos intenta decir lo que un barco en alta mar simboliza para un marinero mientars navega ... más allá de la borda, sólo existe el vacío. Quizás ninguna película pueda transmitir reálmente lo que se siente al estar apartado durante meses de tu patria, en un barco en alta mar pero ¡¡Diantres!! que esta está cerca de conseguirlo..

Sin duda, esta magnífico desarrollo sobre la vida y costumbres del mar biene avalado por las novelas de Patrick O´Bryan en las que se basa, pero no seré yo el que hable de estas obras.

En segundo lugar, el director es Peter Weir. No puedo decir de él que haya hecho una película que sea mala o ne deje indiferente. Weir trata constantemente en sus películas las relaciones personales, muchas veces a través de la relación entre personalidades contrapuestas, y que, sin embargo pueden llegar a entendimiento.

Con esto llegamos al tercer punto fuerte de la película. La interpretación. Sobre todo, no puede haber mejor ejemplo de la relación entre caracteres opuestos de la que hablaba antes que la peculiar amistad entre Aubry (Russell Crowe) y Maturin (Paul Bettany) [Personalmente, me gusta mucho más Bettany como actor, aunque he de reconocer que Crowe, el cuál no suele llamarme mucho la atención en sus filmes, tiene aquí un papel que le viene como anillo al dedo]. El uno impulsivo y pasional. El otro, emotivo e intelectual. Y, sin embargo, espíritus afines con multitud de altivajos a lo largo de la historia.

Todos los secundarios hacen interpretaciones magníficas, cuanto menos decentes, y no me resulta difícil ver a Max Pirkis como un niño oficial.

La fotografía es ganadora de un oscar, y es que ciertas estampas de la nave surcando el mar son impagables. Yo hubiera preferido que incluyeran más escenas de "navegación", con el navío cruzando el mar, aunque quizás la película se habría alargado demasiado, disgustando a cierto tipo de público.

Un detalle que me gustó también mucho es el uso que se le da la música en esta película. La música no sólo crea ambientación, si no tambien es un personaje más, con una presencia muy fuerte a lo largo del film, pero sobre todo basada en la realidad de la vida marinera de la época.

Si algún fallo tuviese esta película, es quizás, con cierto espíritu de las películas clásicas, el idealizar la guerra. El ansia de enfrentamiento marcial y espíritu de lucha contra el enemigo se muestran desde un cierto punto de vista poético. Sin embargo, llegado el momento, la carnicería y la muerte en la batalla se contemplan en su más cruenta realidad.