¡Deslumbrante!
No estamos ante un thriller convencional; es una mezcla perfecta de crimen, violencia y humor. Giros insesantes pero perfectamente llevados por la buena dirección.
La historia brilla no por lo convencional de un asesino en serio , sino por lo delirante que es la investigación. Visionamos una peli donde no hay maquinitas que lo detectan todo y donde las pruebas de ADN se han de enviar a EEUU.
Para empezar el protagonista es impecable, con esa técnica de la vieja escuela que no dejará indiferente a nadie. Lo importante es ver como todos los personajes evolucionan con respecto a este caso, que desde el principio brilla por la ausencia de eficacia policial.
La fotagrofía es preciosa, y muy logrado con respecto a las escenas de noche solitaria o lluvia incesante.
La historia, además, está muy bien argumentada y presta a que nos quedemos espectantes en todo momento.
Los amantes de un buen thriller y toques ácidos tienen una buena pelícuala que ver.
Un merecido 8.5, tal vez porque la veo muy humilde para lo magnífica que es.