Endiabladamente tramposa, retorcidamente falsa, enroscadamente manipuladora.
Jodidamente divertida.
Fincher nos agarra bien por la solapa y no nos suelta ni un instante; al final, cuando la cosa se vuelve tan insoportablemente inverosímil que hasta piensas que te están tomando el pelo, no puedes dejar de pensar en el magnífico rato que has pasado. Subyugado y maniatado por Fincher y su dulce manera de inyectarnos entretenimiento puro en vena.
Técnicamente es una cinta impecable, narrativamente tres cuartos de lo mismo. El guión cae irremisiblemente en la superficialidad hollywoodiense que busca sin reparo el impacto más soez e improcedente, es cierto, pero Fincher en esta ocasión sabe remontar el vuelo transmitiéndonos el desconcierto y perturbación que requería esta historia.
Tiene su encanto y es divertida..... no apta para cardiacos
Endiabladamente tramposa, retorcidamente falsa, enroscadamente manipuladora.
Jodidamente divertida.
Fincher nos agarra bien por la solapa y no nos suelta ni un instante; al final, cuando la cosa se vuelve tan insoportablemente inverosímil que hasta piensas que te están tomando el pelo, no puedes dejar de pensar en el magnífico rato que has pasado. Subyugado y maniatado por Fincher y su dulce manera de inyectarnos entretenimiento puro en vena.
Técnicamente es una cinta impecable, narrativamente tres cuartos de lo mismo. El guión cae irremisiblemente en la superficialidad hollywoodiense que busca sin reparo el impacto más soez e improcedente, es cierto, pero Fincher en esta ocasión sabe remontar el vuelo transmitiéndonos el desconcierto y perturbación que requería esta historia.
Una película que me encantó desde la primera vez que la vi por un motivo tan sencillo como poco frecuente en el cine actual, al menos: no tienes claro cuál va a ser el final... hasta el final. El guión realmente es bueno, con muchos giros argumentales que, al contrario de lo que suele ocurrir, son verosímiles. El que creo que borda el papel es Sean Penn, y Michael Douglas también lo hace bien