Película con bicho que se presentó en cartelera para competir con Mimic, de Guillermo del Toro, también comentada en esta sección.
En este caso, la historia no tiene ni pies ni cabeza pues el origen del bicho es del todo ridículo.
En cuanto a los efectos especiales, hechos por ordenador, son pobres y resultan más propios de una serie de televisión que de una película destinada a la gran pantalla.
Lo mejor para mí de la película es que cuando parecía que iba a ser una de estas historias con parejita de niños repelentes como pausa cómica, el bicho se los cepillan a los dos con una indiferencia tal que cuando la fuí a ver al cine, sonaron varios aplausos de algunos expectadores que como yo, están hasta las narices de ver clones de Macaulay Culkin hasta en la sopa.