Tommy es un musical de los Who, una de esas visiones pasadas por el alegre filtro del LSD o de una droga similar. No creo que se pueda entender esta película fuera de este contexto.
Parece claro que con esta trama uno sólo puede esperarse situaciones absurdas y puntadas surrealistas. Y es lo que nos ofrecen. Ni los Who, ni Ken Russel intentan disimularlo. Tommy va de lo que va.
Unas grandes colaboraciones (Tina Turner, Eric Clapton y Elton John, que recuerde ahora mismo), un montón de referencias a canciones del momento y una graciosa adaptación de los hechos narrados en las letras del disco homónimo, contribuyen a una música que, en mi opinión, ya rozaba el cielo. Los Who eran unos músicos cojonudos y Tommy se aprovecha, naturalmente, de ello. Muchas cosas son perdonables mientras la historia se desarrolla siguiendo la música.
Tommy es su rareza y su música. Lo cierto es que tiene una dirección aceptable y un reparto de calidad (incluyendo a la nominada al oscar a mejor actriz por esta película Ann Margret) y al siempre bien recibido —incluso en su sosa y rebuscada interpretación en El Terror— Jack Nicholson. Es la música, no obstante, la que mantiene Tommy en su alocado caos narcótico. Puede que la película no sea más que un viaje de las cabezas de Daltrey, Townshend, Entwistle y Moon, pero la música acompañada de la rareza de las situaciones es suficiente para captar la atención del espectador sin mayores problemas.
Tommy no me parece una gran película, pero tampoco mala. Es una historia interesante a su manera enrevesada y tiene una música de lujo, un reparto destacable y unas colaboraciones geniales. No obstante, si no os gusta la música de los Who... os ahorráis verla.
Efectivamente los efluvios lisérgicos de los Who campan a sus anchas por las dos horazas de película que aquí se nos presenta. Pero como fan incondicional de los musicales tengo que defenderla a capa y espada. Para empezar los números musicales son excepcionales; Tina Turner, Elton John o Eric Clapton son espuelas suficientes para considerar esta película como algo digno de ser visionado. La trama es imposible y absurda pero encierra una crueldad metafórica que turba al espectador.
Me quedo con esta antes que con Quadrophenia.
Le pongo un seis.
Puede que en su día fuese revolucionaria, pero a mí siempre se me hizo bastante pesada. La banda sonora tiene algunos temas muy buenos pero en general me parece mediocre y algún que otro tema me resulta muy rallante (la de see me, feel me, por ejemplo).
Es absurdamente entretenidilla ^^
Nota.