Me gustó mucho. Reconozco que siento cierta debilidad por secuencias onírico-alucinógenas pop representadas en el cine.
Los efectos especiales han envejecido de forma desigual, pero no son lo principal en la película.
Quizá lo que más me llamó la atención (aparte del misticismo) es la obsesión del protagonista por llegar a conocer la verdad, más allá de su bienestar familiar y de su seguridad personal buscando la naturaleza última del ser humano y de la vida.
Además, salen tetas y culos.