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La presidenta del partido moderado danés llega al poder a través de una coalición y asistimos a los entresijos del gobierno y a cómo explotan su relación con los medios mientras afrontan los problemas de la sociedad danesa, los escándalos y las intrigas políticas.

House of Cards con personas de verdad

No me entendáis mal, me lo pasé estupendamente con las primeras temporadas de House of Cards, pero la historia de los Underwood es una historia de villanos. Ellos, sus asociados y sus estrategias son producto de una total falta de escrúpulos y un desmedido amor por el poder. Es una lucha con uñas y dientes y a menudo uno tiene la sensación de que el resto de personajes viven defendiéndose de las maquinaciones de la pareja protagonista.

Borgen también va sobre las luchas por el poder, sobre los tejemanejes del gobierno, las distintas estrategias con que deben encarar los numerosos problemas que les salen al paso y su relación con la prensa y como ambas partes son condicionadas por dicha relación. Pero la protagonista es una persona que, como anuncia el nombre de su formación, es mucho más moderada.

Tanto los grupos políticos como los personajes de la serie son ficticios, pero reflejan formaciones e ideas presentes en los grupos reales daneses, extrapolables a los de muchas otras democracias occidentales. Birgitte Nyborg (interpretada por Sidse Babett Knudsen, a la que puede que conozcáis de Westworld, donde hace de la jefa de calidad del parque) es la protagonista y candidata de los moderados, el partido de centro. Es una persona de carácter idealista pero entregada a la política. Hace constantes concesiones a sus ideas y a menudo la vemos luchar entre lo que desearía y lo que considera factible sacar adelante; uno de los temas más interesantes de la serie. También asistimos a su situación familiar, donde de nuevo hay que hacer hincapié en que no son máquinas orientadas al poder: Nyborg tiene dos hijos con su marido y la exigente vida profesional como primera ministra pasa factura.

Los grises más oscuros

Y, con todo, incluso Borgen necesita unos personajes dispuestos a hacer algo más. Los personajes principales de la serie son Birgitte Nyborg, la primera ministra, Kasper Juul, su spin doctor, responsable de comunicaciones y medios, (al que da vida Pilou Asbaek, al que seguramente reconozcáis por su papel de Euron Greyjoy en Juego de Tronos) y Katrine Fønsmark, una reportera del canal, creo que también ficticio, TV1. Las tramas casi siempre giran alrededor de uno de los tres y, si bien Nyborg y Fønsmark tienen una ética clara, Juul es esa persona con una moral más laxa que está dispuesta a mover los engranajes al precio que sea, motivo de tensión ocasional con su jefa.

Hay otros personajes tan amorales como él, como Michael Laugesen, exlíder del partido laborista y director de un diario sensacionalista y despreciable, que siempre se apoya en el derecho a saber para justificar las noticias y actitudes más miserables. Esta clase de medios existen, así que tampoco es que se hayan inventado un arquetipo de villano, pero probablemente sea de lo más parecido a uno que podamos encontrar de forma habitual.

Hay alguna sorpresa oscura más, pero no voy a destripar la serie, que merece ser vista.

Conclusión

La serie fue producida por DR (anteriormente conocida como Danmarks Radio) y constó de tres temporadas. Llevaba considerándose terminada desde 2014; pero DR llegó a un acuerdo con Netflix, donde ya pueden verse las tres temporadas originales, y el año pasado anunciaron una cuarta temporada que se estrenará en 2022. Si la cosa funciona es posible que haya un poco más de Birgitte, supongo.

Si os interesa la política, si disfrutasteis de House of Cards o si, sencillamente, queréis ver un drama sólido y tirando a sobrio, Borgen es una excelente opción. Ocasionalmente tiene algún cabo peor resuelto o que exige cierto salto de fe, pero, en general, trabaja de forma muy coherente con su material e ideas. La disfruté mucho.