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Es una serie con una temática muy especial, al principio puede parecer aburrida e incluso surrealista al mezclar el mundo de la política norteamericana con la invasión alienígena, pero en el fondo todo tiene su sentido. Y te acaba atrapando. Eso sí, no es apta para fóbicos a los bichos porque acabas desarrollando llámalo "aprensión", llámalo pánico, a las hormigas xD Hay veces que se te escapan algunos detalles respecto a algunos conceptos o términos relativos a la política americana pero en general, se entiende muy bien y refleja perfectamente cómo funciona cualquier sistema político de corte occidental, lleno de corruptelas, intereses creados y tejemanejes ocultos. Es muy interesante y realista el modo en que plantean las escena de como negocian los impuestos o los presupuestos para determinadas cosas, como el CDC o las ayudas para los veteranos, viniendo a decir, que si no se hace más es porque no quieren y no porque no haya dinero.

A nivel de historia, se van entrelazando las dos historias: el enfrentamiento entre dos figuras políticas, Luke Healey por los demócratas y Red Wheatus por los republicanos (a cada cual peor) y la historia de Laurel Healey, que para poder financiar su documental sobre las canciones tradicionales de un pueblo perdido en el culo del mundo, se ve obligada a trabajar para su hermano. La pobre se va hundiendo progresivamente en la basura política mientras va descubriendo la invasión de las hormigas zombis aliens, con ayuda de Rochelle y Gustav, una doctora y un pretender, que sin tener oficio, sabe de todo. Además, hay infinidad de guiños tontos frikis que en cierto modo, te ayudan a situarte en el mundo real, porque a veces, se podría pensar que estás en otro mundo, uno irreal y palaciego, que no entiende de "cultura pop".

Los personajes, sin ser ninguno de ellos perfectos, se van desarrollando y congeniando con el televidente a cada capítulo. Y por una vez en la vida, ¡los personajes negros no son los primeros en morir! xD A mí personalmente me encanta Gustav, con sus paranoias y sus genialidades, es el mejor de todos. A nivel de actores no hay grandes estrellas en la producción pero sí caras conocidas, como Zach Grenier (demasiadas para nombrarlas), Danny Pino (Cold Case), Tony Shalhoub (Monk) o Megan Hilty  (Smash). Eso sí, viene avalada por Ridley Scott como productor.

Detalle tonto pero entrañable: el homenaje (o no) a The Cars: utilizan una de sus canciones más conocidas como punto de conexión entre los momentos realísticos y los de ficción. Y no digo más que sería ya mucho spoiler...