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Aventuras Ciencia ficción Drama Postapocalíptica

200 años después del apocalipsis nuclear que llevó el mundo como lo conocemos a su fin, una moradora del refugio 33 se ve obligada a abandonar la seguridad de este para adentrarse en el inhóspito e irradiado mundo de la superficie, con el que no han mantenido contacto desde el bombardeo que dio al traste con todo, para recuperar a su padre. Por suerte o por desgracia, su camino está destinado a cruzarse con el de un escudero de la Hermandad del Acero y un gul cazarrecompensas que van detrás de un misterioso artefacto.


Bienvenidos al Yermo
Con una estupenda puesta en escena, mucha violencia (entre lo elegante y lo recreativamente gore) y un gran reparto, Fallout es una magnífica adaptación de la saga de videojuegos homónima de Black Isle que luego adquirió Bethesda.

En esta primera temporada, Geneva Robertson-Dworet y Graham Wagner han conseguido plasmar ese duro y horrible mundo de la superficie, un lugar en el que las personas se reducen a poco más que predadores y presas, un mundo de pequeños pueblos destartalados conectados por un inhóspito yermo en el que resulta difícil incluso conseguir comida o agua potable no irradiada.

Una superficie que es, claro, un contrapunto justo y necesario a los cuidados y misteriosos refugios en los que una (pequeña) parte de la humanidad ha pasado escondida los dos últimos siglos. ¿Quiénes son sus habitantes? ¿Cómo llegaron a formar parte de los privilegiados que pudieron protegerse de los efectos de la radiación, el hambre y la miseria que azotaron la superficie? Los guionistas de Fallout darán respuesta a estas preguntas mientras desarrollan la búsqueda de Lucy (Ella Purnell), la experiencia de Maximus (Aaron Moten) en la Hermandad del Acero y el violento western que protagoniza el gul (Walton Goggins).

Un camino bien trazado
A pesar de que esta primera temporada de Fallout empieza con un muy buen primer episodio, creo que sufre un pequeño bajón en su segundo episodio y, sobre todo, en el tercero. Probablemente sea porque le cuesta cruzar las tres historias principales que tiene, pero, una vez que lo hace, el camino es un disfrute continuo.

Todo ello en mitad de constantes guiños a la famosa de videojuegos (desde esas secuencias de disparo con los efectos de sonido y estilo de los nuevos Fallout, una construcción de personajes que, muy probablemente, pretenda reflejar la creación de personajes de los videojuegos —¿soy el único que cree que Maximus es un personaje bastante negado con Suerte 10?— o la búsqueda de núcleos de fusión para la servoarmadura…).

Fallout hace muchas cosas y, en general, las hace todas bien. Tiene sus problemillas, sobre todo en ese tramo inicial, pero se aprecia el cariño en el material adaptado y se nota un evidente buen hacer técnico y narrativo. Todo bien.

Ganas de volver
Según diversos medios, como Variety, la serie ya ha sido renovada para una segunda temporada, aunque todavía no hay fecha estimada para su estreno. Están las cosas complicadas, supongo.

Por mi parte, debo reconocer que tengo muchas ganas de volver a encontrarme con estos personajes y ver qué pasa ahora. Han creado unos buenos cimientos, ahora toca el momento de empezar a construir de verdad. No creo que Fallout sea la mejor serie que he visto últimamente, pero probablemente sí me pareció la más adictiva: vi los cuatro últimos cuatro episodios del tirón, algo que llevaba eones sin hacer. ¿Qué más datos necesitáis para echarle un ojo?