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Sinopsis

La historia se centra en un joven y recién enucleado glóbulo rojo que empieza con entusiasmo su trabajo como repartidor de oxígeno por todo el cuerpo ¡Pero todo está mal! Los vasos sanguíneos están sucios de colesterol, aterradores gérmenes acechan a la vuelta de cada esquina y todo el mundo está siempre de mal humor. Es lo que tiene trabajar en un cuerpo que se encuentra bajo un permanente Código Negro.

Opinión de Konietzko

Hataraku Saibou Black es un spin-off de la ya reseñada Hataraku Saibou o Cells at Work. No es necesario ver la serie original para entender ésta, ya que aunque son parecidas tanto la historia como el contexto cambian por completo. La premisa básica es la misma: células del cuerpo humano antropomorfas trabajando para mantener el cuerpo funcionando y con buena salud. Sin embargo esta serie es mucho más oscura y deprimente que la serie original, ya que el cuerpo en el que trabajan los protagonistas se cuida mucho menos (y se intuye que es bastante más viejo) . Vayamos por partes:

Entorno:

Vivir en el cuerpo de Hataraku Saibou Black no es fácil: es un cuerpo añoso que no se cuida nada. Trabajo excesivo, falta de sueño, tabaco, mala alimentación, abuso de alcohol y bebidas energéticas y relaciones sexuales de riesgo son la causa de numerosas adversidades para los sufridos protagonistas. El ambiente de la serie es sucio y desgastado. Los vasos sanguíneos por los que circulan los glóbulos rojos están sucios de colesterol y continuamente obstaculizados por las plaquetas. Los gérmenes que entran en el cuerpo son grandes, duros, agresivos y parecen no acabarse nunca, manteniendo siempre al límite a los glóbulos blancos. Si bien ese cuerpo recibe ayuda externa en forma de tratamientos médicos, hay un mal estado de base generado por las malas conductas del cuerpo. Esto crea en los personajes un sentimiento de frustración e inutilidad de su trabajo: hacen su trabajo porque deben hacerlo, pero saben que tras solucionar un problema no tardará en aparecer otro.

Personajes:

Los protagonistas principales son el glóbulo rojo AA-2156 y la neutrófila U-1196. Él es trabajador y responsable, un joven alegre que empieza su trabajo con entusiasmo hasta que se da cuenta de que el trabajo real no es para nada lo que le habían contado durante su formación, lo que le llevará a sufrir una crisis existencial en la que cuestionará el sentido de su existencia. Ella es una guerrera feroz pero abrumada por su interminable trabajo y los compañeros que va perdiendo a lo largo de la serie. Sabe que algún día le tocará a ella y en algunos momentos casi podría decirse que lo desea. Sin embargo, la sinergia entre estos dos personajes les permite superar adversidades que no podrían superar por separado. AA-2156 toma de U-1196 su coraje y determinación, mientras que ella se inspira en la juventud y la admiración que le profesa su inexperto compañero. Al igual que en la serie original no se ve indicios de romanticismo entre los protagonistas, sino una profunda amistad entre compañeros de trabajo.

Durante la serie es habitual ver a U-1196 (izquierda) malherida o cubierta de sangre y a AA-2156 (derecha) mirando con estupor la nueva calamidad que les cae encima.

El resto de personajes son células de los distintos órganos del cuerpo. Respecto a la serie original hay que decir que aquí las células tienen un aspecto más avejentado y, salvo excepciones, parecen estar de permanente mal humor. Por poner un ejemplo, las plaquetas no son las colegialas monas que veíamos en Hataraku Saibou, sino niñatas rebordecidas que parecen encontrarse en la fase previa a convertirse en delincuentes juveniles.

¿Y tú qué miras, perdedor? ¡Déjanos hacer nuestro puto trabajo!

Otra cosa a destacar de este spin-off es que junto al protagonista viajaremos (y conoceremos) las funciones de otros órganos del cuerpo en un entorno más adulto que el de la serie original. Un ejemplo sería el hígado, reimaginado como un club de alterne en el que hermosas células hepáticas sirven bebidas detoxificantes a los glóbulos rojos cuando llegan saturados de alcohol.

Tómate una copa conmigo y olvídate de tus problemas... por un tiempo.

Otro ejemplo lo tenemos en el riñón, que aquí es una casa de baños en las que las nefronas (células renales) asean en silencio a los glóbulos rojos, eliminando la suciedad que portan y vertiéndolo todo en la orina. Se denominan a sí mismas "los órganos silenciosos", lo que cuadra con la realidad: cuando una persona empieza a tener síntomas por un fallo renal es que la cosa está ya realmente muy jodida.

Las "trabajadoras silenciosas"

No todas las células son amigables con los protagonistas. Como ya se dijo más arriba el ambiente general es de estrés por sobrecarga de trabajo, y no son pocas las células que pagan sus frustraciones con AA-2156, reclamándole que les traiga más oxígeno y más deprisa, cuando lo que en realidad necesitan es que ese cuerpo se cuide aunque sea un poquito para que puedan hacer su trabajo.

¡Me importan una mierda tus sentimientos! ¡TRÁEME MÁS OXÍGENO!

Impresión general:

Hataraku Saibou Black ha sido para mí una serie dura de ver. Es un crudo retrato sobre las consecuencias que a menudo acarrean el ajetreado estilo de vida moderno: el estrés, la mala alimentación, el tabaco y otras malos hábitos acaban desgastando el cuerpo y creando numerosas enfermedades. Es tener al enemigo en casa, por así decirlo. Y sí, hay tratamientos médicos que pueden ayudar, pero sin corregir esas malas costumbres no son más que parches que retrasan lo inevitable. Y es que el cuerpo aguanta hasta que deja de hacerlo.

Adaptación rolera

Para esta serie utilizaría algún sistema con mecánicas de pérdida de cordura (por ejemplo La Llamada de Cthulhu) que reflejase la desesperación que poco a poco va carcomiendo a los personajes. Otras opciones que veo adecuadas son juegos más orientados a la acción como Savage Worlds o incluso Tenra Bansho Zero.

Espero que os guste la reseña si la leéis y la serie si la veis.

Un saludo

Konietzko