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Hay veces que es mejor esperar en vez de enfrentarse al desastre absoluto…y este es uno de esos casos. A raíz del inicial éxito de Hellsing, enseguida optó por una serie de animación de 12 capítulos. El principal problema al que se enfrentaban era que no había suficiente argumento para cubrir la temporada. Los dos primeros tomos fueron liquidados en apenas dos o tres episodios, para luego desarrollar una trama relacionada con el mundo de Hellsing, que fuera tremebunda pero lo suficientemente anecdótica como para luego poder converger en el argumento del manga.
No habría sido mala idea si el argumento fuera bueno, pero acabaron regalando a los espectadores con el villano de diseño más lamentable que el mundo recuerde y la promesa de una segunda temporada que no llegó, ya que su lugar se vería cubierto por los ovas.
El dibujo y la animación son bastante típicos de la época en la que se realizó (2001), si bien los colores son algo más apagados que los que se pueden ver en el ova, y el diseño de personajes es más tradicional que el que ofrecía Hirano en los comics, mucho más extraño y a veces esperpéntico. Los niveles de gore también se ven bastante reducidos, pero sin duda lo peor es ese extraño argumento con el que intentaron terminar la temporada.