Loki se ve obligado a trabajar para la Autoridad de Variación Temporal con el propósito de detener a una variante problemática: otra encarnación de Loki.
Zumo de multiverso en la AVT
Loki, probablemente porque Tom Hiddleston es uno de los actores más carismáticos del MCU, es un personaje muy querido y de los que más se habla. Haberle dado una serie respondía, supongo, a ganas de canalizar ese interés, pero también imponía una serie de condiciones. Loki es una serie divertida y muy consciente de cómo explotar a su protagonista e incluso de cómo exprimir sus relaciones con otras encarnaciones del dios del engaño, estén encarnadas por Hiddleston o no. A lo largo de los capítulos conocemos a muchas variantes de Loki. Algunas comparten apariencia, otras son ligeramente diferentes y otras, mucho; pero esos encuentros siempre son interesantes.
Pero las encarnaciones del dios nórdico no son la única baza de la serie. La AVT resulta muy atractiva en su misterio. Sabemos lo que nos van contando y siempre tenemos la sensación de que no sabemos lo suficiente y de que lo que sabemos puede no ser tan preciso como quieren hacernos ver. Descubrimos la AVT a la vez que Loki y jugamos con la información a la vez que él. Además, personajes como Ravonna Renslayer, interpretada por Gugu Mbatha-Raw, o el fantástico Mobius al que da vida Owen Wilson, un actor al que llevaba tiempo sin ver pero siempre me ha gustado. ¿Y qué decir de la divertidísima Sylvie, interpretada por Sophia Di Martino?
Un nuevo juego de fórmulas
Probablemente uno de los mayores aciertos de Loki es haber recurrido, como ya había hecho WandaVision, de la que hablábamos hace no mucho, a mezclar los ingredientes típicos del MCU con otras fórmulas. Puede que esta vez la mezcla de fórmulas no sea tan osada, pero se reconocen sin dificultad fórmulas de cine negro en su acercamiento a esta historia detectivesca, así como un gran cariño por la ciencia ficción burocrática, que a mí siempre me recuerda a Fringe, Expediente X y, ahora, también a Control.
De nuevo como en Wanda, la acción está bastante concentrada y casi todo se centra en diálogos y trazado de personajes. La temporada consta de seis episodios con bastante comedia en su opresiva y burocrática propuesta y con pocos altibajos, aunque Lamentis, un episodio en el que los personajes están constantemente corriendo de un sitio a otro, de un peligro a otro, me resultó algo decepcionante. Creo que es lo peor de la temporada, y, aun así, se defiende con gusto.
Loki, Loki…
Lo que sigue a continuación puede ser considerado spoiler, así que si sois muy sensibles a que os descubran algo quizá prefiráis saltar al último apartado.
Me encantó cómo gestionan el romance. En general tiendo a pensar que muchas relaciones amorosas en series y películas tienden bien a rellenar tiempo, a apelar a cierto tipo de espectador que esperar encontrárselas o que se usan como un medio narrativo para otra cosa, pero no suelo sentirlos tan naturales como me gustaría. El caso es que en Loki, en mi opinión, lo han bordado. Creo que es justo lo que hace Loki a Loki. O lo que lo hace, al menos, el Loki que hemos conocido en el MCU, que es un personaje al que no conozco de los cómics.
Siempre hemos visto a Loki como un tipo ingenioso, divertido y un abrumador narcisismo. Loki se cree el más listo y valioso de cuantos seres han pisado el mundo y creo que fue una estupenda idea acercarlo a una imagen de sí mismo, a una variante de sí mismo. Loki nunca se interesa demasiado por nada, porque nada está a su altura, nada salvo él mismo. Me pareció una idea estupenda y disfruté mucho de esas escenas cargadas de tensión sexual/romántica. Muy divertida y muy honesta con los personajes.
Conclusión
Loki es una serie muy recomendable de Marvel. Tiene gracia, el tratamiento de los personajes está muy cuidada, presenta ideas interesantes y define una historia completa que deja la puerta abierta a más. Parece que, para mí, el MCU tenía que pasarse a las series para volver a cautivarme. Ojalá sigan con estas hojas de ruta en el futuro.
Sólo se te ha olvidado mencionar el cierto aire a Terry Guillian que parece tener la TVA.
Los actores muy bien, todos. La música bien. Los giros de guión bien, no tan predecibles como en otras ocasiones. Los puntos cómicos.
Y ese punto de serie inglesa (6 episodios), que una vez terminada parece que tengas que comprobar que, de hecho, si han sido solo seis.
En Disney, las series están encontrando su punto, parece ser (me quedan tres de las nuevas por ver, igual es una impresión temprana). En Netflix ya lo hicieron, a ver si con esto del universo nos recuperan por lo menos a Matt Murdock, Frank Castle y Kingping.