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Al ser una serie deportiva el anime es más dinámico, le da más vida a los personajes, los chistes son mas fluidos, el opening lo considero uno de los mejores y más emotivos. Y lo más importante, se podría decir que sigue al pie de la letra al manga.

El manga también tiene lo suyo, atrapa de una forma inmediata, los dibujos son buenisimos (en mi opinión). Sin embargo el que quiera terminar la serie completa en algún momento va a tener que recurrir al manga debido a que el anime sólo llega al tomo 22.

Esta serie la veía de chico en Magic Kids y me motivó mucho hasta el día de hoy. Me enseñó y me sigue enseñando muchas cosas.

- No darme por vencido hasta el último momento.

-El talento es sólo una parte, pero lo más importante es la garra que le pongas a las cosas porque con esfuerzo TODO se puede lograr.

-Confiar siempre en mí mismo, tener un poco del buen orgullo.

Admiro de forma desmedida a Takehiko Inoue (el gran creador) por lograr que una gran cantidad de adolescentes no sólo empiecen a practicar el baloncesto, sino también a expresarse con este, a sentirse orgullosos de hacerlo.

Por último les dejo una frase que Takehiko puso en el primer tomo, con el cual me siento bastante identificado y el cual me conmovió bastante:

“Durante mi época de secundaria estuve en el equipo de básquet. Era terriblemente malo en la escuela, pero el básquet me encantaba, todavía me encanta. Al hablar de lo que ‘me gusta’, hay muchas cosas que me apasionan, pero me dan bastante vergüenza y por eso no puedo hablar bien de ellas, así que miento o directamente digo que no me gustan…Sin embargo el básquet es lo único que puedo decir que ‘me gusta’ sin sentirme avergonzado.”