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Posiblemente, la serie infantil más rara e irreverente de todos los tiempos, incluso por encima de La bola de Cristal, mal que nos pese. Con formato de telediario, y protagonizado integramente por marionetas, tanto las noticias inventadas, como los descubrimientos científicos son completamente surrealistas, dotados de un humor entre fantasioso e infantil deudor del Teatro de Objetos.
El programa se dividía en un santoral, para conmemorar los aniversarios de pañuelos, alfileteros, bolígrafos y todo tipo de cosas, descubrimientos científicos como la aparición de los Gluones, el spot publicitario protagonizado por el mono Pubpub y de vez en cuando, las aventuras de Leguman, el superhéroe vegetal.
Otra de esas cosas extrañas que circulaban por la tv en los ochenta.