Cremita de la buena.
No mentiré, su breve terror sobrenatural no es el plato fuerte, si no la calidad de los actores sobretodo. La fotografía, los detalles y la evolución de la psicología en entornos hostiles en mitad de 1845 son un gran plus. Es una serie lenta, donde la evolución es constante pero ligera así que quizás no es apta para los amantes de la rapidez. 10 Capitulos de 45 minutos donde disfruté como una enana por los matices.
Otro punto genial es que es auto-conclusiva, 10 capítulos y la siguiente temporada se mueve a otra historia diferente.
La pega más grande que le vi, fue solo porque la vendían como terror sobrenatural y aunque sea cierto, es quizás solo el murmullo de fondo de todo y no algo que esté siempre presente y que puede desencantar. Eso si, la sensación de que puede o va a pasar algo suele ser continua.
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