Videojuegos

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Fe (2)

Fantasía
Por Albos

El sonido, siempre genial

La idea de ir canturreándole a casi todo con lo que nos topamos es sorprendentemente potente y relativamente original. El equipo de Zoink Games debía de tener claro que esta era su gran baza, porque todo se nota hecho con mimo. Desde los distintos ruidos que hace cada uno de los animales con los que nos encontramos a los efectos de mitigación cuando estamos cerca de Silentes, pasando por las mecánicas de buscar el punto de presión justo en el gatillo para modular nuestro canto con el de otros animales y por las combinaciones de cantos distintos que tenemos que hacer a veces para encadenar ciertos efectos en el mapa.

Es un juego que se beneficia del uso de auriculares o de un sistema de sonido envolvente, pero con que podáis lucir todo el registro del juego, creo que lo disfrutaréis. Yo jugué casi todo con la barra de sonido que tengo normalmente en el televisor, pero sí noté la diferencia al conectar mis auriculares por BT (y no son gran cosa).

Algunas cosas, ya no tanto

El problema de Fe es que más allá de su propuesta y de ese diseño de sonido, el resto ya no funciona tan bien. El control no es malo, pero tampoco es demasiado bueno. Cuesta calcular las distancias de los saltos y a veces resulta difícil, incluso, saber si una superficie es transitable o no. No importa mucho, porque el juego no es muy difícil y siempre podemos volver a llegar a una determinada localización y reintentarlo, pero a veces es frustrante; sobre todo si hay Silentes que complican la llegada a ese punto.

A esto se une lo repetitivas que son algunas mecánicas y cómo la narración carece de la fuerza probablemente supuesta. La historia la descubrimos a través de unos murales que revelamos, por supuesto, cantándoles para que revelen unas imágenes que dejan intuir cosas. Hacia la mitad del juego ya les cantaba por completismo, pero ya no veía las imágenes. Además, a través de unos prismas metidos en cofres (que también abrimos cantando) podemos ver la historia de los Silentes. Estas son limitadamente interactivas: nos ponen a los mandos de un Silente y podemos pasear mientras dura la visión. Tampoco tienen demasiado interés. Una pena.

No obstante, lo peor es que el juego es muy breve (How Long to Beat dice que la historia principal dura sobre 5.5 horas) y aun así acaba haciéndose repetitivo y aburrido. Más allá de su estética y su maravilloso diseño de sonido, se nota vacío demasiado rápido. Hay muy poco que hacer y lo que hay no tiene variación alguna. Es una pena.

Conclusión

Yo no lo recomendaría, pero algunos de sus elementos me gustaron lo suficiente como para, si me encuentro un juego más moderno del estudio, volver a probar. Es verdad que Fe falla, pero creo que sus intenciones son correctas. Quizá solo les faltase experiencia.

Nota: 4.



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