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Hades

Acción Fantasía
Por Albos

Zagreo, hijo de Hades, decide abandonar el inframundo para ir al encuentro de su madre en el Olimpo. Pero abandonar el inframundo no es tarea fácil y Zagreo tendrá que atravesar una serie de mazmorras bien repletas de enemigos que conectan cuatro escenarios custodiados cada uno por un jefe.

De cero a héroe

Zagreo empieza cada intento de huida equipándose una de las armas que tenga disponibles, habitualmente tras haber hablado con todos los personajes disponibles en el hogar de Hades. Durante nuestro eterno recorrido de mazmorras, en una sencilla vista isométrica, visualmente muy cuidada, podremos encontrarnos, además de con hordas de enemigos, con diversos personajes dispuestos a prestar ayuda: los dioses olímpicos, deseosos de vernos triunfar en nuestra fuga (es decir, deseosos de ver fracasar a Hades) nos premiarán con distintas bendiciones que durarán hasta que las sustituyamos por otras, las cambiemos por óbolos de Caronte (la moneda del inframundo) o nos muramos, Caronte estará siempre dispuesto a hacer negocio y otros personajes, como Sísifo, siempre nos echarán una mano.


La muerte en Hades es, por supuesto, solo el principio. Zagreo se alzará como si nada en el pozo de sangre de la morada de su padre, desprovisto de bendiciones y dinero, pero todavía poseedor de las llaves, los cristales oscuros y gemas que haya conseguido, con los que podrá desbloquear armas y mejoras, potenciar sus capacidades en el espejo de Nicte o adquirir mejoras para la morada de Hades y las mazmorras previo pago al Contratista. Así, cada nuevo intento de huida tendrá una probabilidad algo mayor de prosperar o de llevarnos más lejos en nuestra eterna escalada al Olimpo.

TRY. DIE. REPEAT

Zagreo dispone de diversas armas a las que deberemos acostumbrarnos para maximizar nuestras opciones. Hay bendiciones divinas que se explotan mejor con unas que con otras, pero como los dioses son seres caprichosos y nos ofrecen lo que les apetece, siempre habrá un considerable azar en nuestros avances. Hay mucha diferencia de poder entre un intento en el que hemos tenido suerte con las bendiciones (de dioses o del caos) y una en las que no. La primera vez que completé la huida tuve claro a mitad del tercer escenario que podía: arco con disparo automático doble y daño estándar muy potenciado por una bendición del caos mejorada y por una de Ares, de quien también tenía el favor, una reducción de daño considerable de Atenea, los desafíos sin invertir… y ese fantástico poder de Dionisio que nos permite reponer toda la vida al beber de una fuente. Hacía mucho daño, recibía menos de lo normal y cuando encontraba una fuente me curaba a tope. Una combinación excelente para mí.

En cualquier caso, el discurrir normal del juego se basa en los sucesivos reintentos. La historia se suelta, de forma bastante difusa, a través de las conversaciones que vamos teniendo con los habitates de la morada de Hades. Adquirimos las mejoras, elegimos el arma y el amuleto que llevaremos en ese intento y volvemos a las mazmorras. Y otra vez. Y otra. Las erinias, la hidra, Teseo y Asterión y, bueno, supongo que imagináis quién es el jefe final. Una sala, cinco, quince, cuarenta. Un paso más y otro. Muerte. Nuevo intento. Otra vez.

Al otro lado del mundo… Del mando, digo

Sé que esa mecánica del reinicio es un enfoque habitual de esta clase de juego, pero sinceramente me resultó muy pesado, especialmente contando lo aleatorio de las combinaciones que nos vamos encontrando. El combate fluye adecuadamente. Con el arco ocasionalmente hace cosas raras, pero suele ser muy satisfactorio y trepidante. Los combates con los jefes son muy entretenidos, una vez que nos hemos acostumbrados a las peculiaridades de cada uno de ellos y suelen requerir que variemos un poco nuestro estilo; pero aun así tuve la sensación constante de que era una y otra vez lo mismo, quizá por el elevado número de salas que componen un intento completo de huida (entre 50 y 60).


El hecho de que una vez llegado al final tengamos que volver a pasarlo una y otra vez para desvelar los fragmentos de historia fue más de lo que pude aceptar. Conseguí reunirme con Perséfone tras el combate final y fue un momento bonito y una recompensa a la larga lista de combates a lo largo de veintitantos intentos de fuga, pero la idea de tener que acabarlo 10 veces (según consulté en internet) para descubrir la historia principal y ver caer los créditos me echó atrás. He decidido considerar el juego como terminado. Hasta aquí llegó mi aventura con Zagreo.

Conclusión

Si os gustan mucho esta clase de juego creo que lo disfrutaréis. En general las opiniones sobre el juego tienden al puro entusiasmo, pero a mí me pareció algo pesado y ni repetiría ni recomendaría la experiencia a perfiles de jugador alejados del género. Gran parte de él me pareció entretenido, pero cuando conseguí acabarlo (una sola vez) ya me sentía harto, y ni su colorido inframundo ni esos diseños de los dioses entre animesco y juvenil consiguieron mantener mi interés.

Para mí, ñeh. Las 12 horas que le dediqué se me hicieron largas.


Añadido 1: como apunta Faris, el juego dispone de un Modo Dios en la ventana de opciones que nos ofrece resistencia adicional al daño. Empieza en un 20 % y aumenta un 2 % con cada muerte hasta llegar a una reducción del 80 %. Si este modo se activa al principio o cerca del principio, debe de suponer una ventaja considerable y hacer la odisea mucho más ligera y asequible.


Faris
Faris · 18/09/2021 22:37
Usad el Modo Dios si lo necesitais

A mi me encantan los videojuegos, pero soy realmente mala en ellos. Aún así, normalmente intento pasarlos a dificultad normal. Pero también lo habitual es que juegue mucho más por la historia que por el desafío.

Hades tiene unos personajes fantásticos, estupenda música e historia. Y si os gusta, como a mí, la mitología griega, seguramente va a encantaros la forma en que la reflejan. Pero es un juego exigente y nada fácil, pensado para intentarlo una y otra vez y morir una y otra vez.

Para alguien como yo, que odia farmear, no tengo especial habilidad para combatir en videojuegos (mi estrategia suele ser darle al botón de pegar muchas veces) y no se me dá especialmente bien pensar en sinergias de poderes y habilidades, Hades probablemente no es el mejor juego para mí, y me estaba frustrando bastante.

Pero también tiene un Modo Dios. Si lo activais en las opciones, con cada muerte ganais un poco de resistencia al daño, hasta llegar a un máximo de 80%. Y eso hace que sea mucho más fácil llegar al final por fin.

Si lo que quereis es el puro desafío, jugad en forma normal. Pero no temáis usar el modo Dios para ayudaros si la repetición del juego empieza a cansaros. Lo importante es disfrutar del juego, en la forma en que más se ajuste a vosotros.

Albos
Albos · 19/09/2021 09:44

Ay, había pensado en hablar del Modo Dios, pero al final se me pasó por completo. Empieza con un 20 % de resistencia y te da +2 % con cada muerte; pero no sabía hasta dónde llegaba, la verdad.