Sin duda al haber leido su sesudo argumento, os habreís dado cuenta de la genialidad de este juego, que nos recuerda a obras escritas por Asimov o Philip K. Dick, sus largos recorridos pasilleros, recogiendo munición que por casualidad ha caído por ahí, junto a botiquines y más artefactos de igual calado, sus si cabe hermosos gráficos que no desmerecen a pesar de los años que han pasado y la personalidad de la prota al cual no necesita decir ni una palabra apenas durante todo el ejercicio de ese juego. No puedo más que decir que espero que todos juguéis a él y más en estas entrañables fechas. Por supuesto ni se compara con cierta profanadora de tumbas de redondeadas formas, que va, ni por asomo.
Jugar que os perdéis un clásico por el que no pasa el tiempo ^^.