Item | Descripción | Valor |
---|
1
Tus pies chapotean en la tierra empapada; es noche cerrada y tu linterna de viaje ofrece pobre lumbre. Se te han acabado los víveres y apenas te quedan monedas. Maldices entre dientes. Hace rato que deberías haber llegado a alguna parte.
Avanzas por un camino embarrado que se hunde cada vez más en el valle. A ambos lados se extiende un páramo salpicado de arbustos de ramas largas y delgadas como patas de araña. No encontrarás cobijo aquí. Te arrebujas en tu capa y te estremeces ante la idea de dormir al raso y levantarte al alba tiritando y con la ropa empapada.
Entonces lo ves. Un cartel torcido, carcomido por la humedad. Te acercas y levantas tu linterna para leerlo. Un solo nombre: Huesos. No muy lejos vislumbras las siluetas quebradas de las primeras casas. Contornos convulsos recortados sobre el telón oscuro de la noche. Tejados puntiagudos como dientes, chimeneas apagadas. Huesos. Es la primera vez que topas con este nombre. Te debes haber desviado mucho de tu ruta.
Tu mano se cierra alrededor del crucifijo que llevas colgando del cuello. El tacto de la madera vetusta te tranquiliza; siempre lo ha hecho.
Llenas tus pulmones con el aire frío del páramo y caminas hacia las casas. Se avecina una noche húmeda... y neblinosa.