Un cómic interesante y curioso sobre los [I]Aliens [/I]y la película de [I]James Cameron[/I]. Lo leí hace tropecientos mil años, cuando aún ni siquiera había visto las películas, conociendo el tema de estas solamente de oídas y me dejó huella, no sólo por la terrorífica historia, sino también por la crudeza de los dibujos, que para mí en aquella edad era toda una evolución acostumbrado como estaba a [I]Mortadelo y Filemon[/I], a [I]Dragon Ball[/I] y a los comics de [I]Spiderman [/I]que pegaban fuerte por entonces.
Este cómic fue mi primer acercamiento a los [I]xenomorfos[/I], y creo que no pude tener mejor iniciación.
La historia, descoloca al principio para el que haya visto todas las películas y es que este cómic salió después de la película [I]Aliens[/I], pero antes que [I]Alien 3[/I], continuando con la historia de la película de [I]James Cameron[/I] de una forma que está a la altura de la misma. Así, nos encontramos con una [I]Newt [/I]ya crecidita reencontrándose con aquellos que la salvaron del [I]LV-426[/I] y preparándose para repartir estopa entre los bichejos de turno, en un mundo en el que la Tierra por fin ha sido devastada por los aliens. Lo mejor del cómic en mi opinión es la manera en la que se explica en la historia la conciencia alien, con una escena relatada por [I]Ripley [/I]en la que entró en contacto telepático con una reina alien, dejando de lado el instinto “animal” semi-inteligente que los caracterizó desde la película de [I]Cameron [/I]y dotándoles de una verdadera inteligencia alienígena que los convierte de nuevo en el inquietante ser de la primera película.
Tras haber podido disfrutar de [I]The Maxx[/I] y de [I]Epicuro el Sabio[/I], ha sido todo un placer releer este cómic dibujado por un hiperrealista [I]Sam Kieth[/I] muy alejado del tono caricaturesco de las anteriormente citadas obras, que mi padre me compró en el quiosco de mi calle cuando apenas superaba los 10 añitos y que siempre ha estado en mi colección desde entonces.