Concebida como la continuación de la película, la versión en comic es soberbia para lo que uno esperaría de una franquicia. El dibujo (con un color y detalle cuidadísimos) es una mezcla del estilo de Dragon´s Lair y el cartoon, dandole un dinamismo casi superior al nivel enloquecido de las películas (las escenas de zombies son lo que a Raimi le hubiera gustado hacer de haber tenido presupuesto. Y la barbilla de Ash es tal cual), el argumento oscila entre el humor, la épica, la locura y el cruce de géneros, dejando de nuevo un final abierto que no es desaprovechado.
Recomendable para todos los fanáticos de Posesión infernal y para los aficionados al terror.
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