Un verdadero desvarío en el que uno no se entera de qué pasa hasta la mitad del comic, y no precisamente por suspense, sino porque el guionista no tiene las ideas claras y parece dedicarse a meter personajes y paisajes raros porque sí. El punto de partida resulta pillado por los pelos, incluso si se lo considerara un mcguffin, los personajes son directamente unos dibujos destinados a ser masacrados y el resto, un montón de paisajes que pretendían ser inquietantes pero que acaban terminando en una serie de escenas presumiblemente macabras y cuyo objetivo es acabar con los personajes.