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Expediente Z 02 - Revelación

Librojuego
Por Chemo

Autores: Fernando Lafuente, Jacobo Feijoó, J.L. Morales, J. J. Hidalgo Díaz
Ilustradores: Fernando Alloza, Manuel Millán
Secciones: 620
Mecánicas: Sí, variadas.

Segunda parte de la colección Expediente Z. Aquí ya reseñé la primera

Continuamos con la historia del joven aventurero postapocalíptico que, en esta ocasión, debe salir en busca de un nuevo refugio para sus compañeros supervivientes y, además, contactar con otro grupo donde podría estar su novia. ¡No hay descanso para nuestro héroe!

Nuevamente, nos encontramos con un librojuego basado sobre todo en la exploración y combate, con el que recorreremos varios lugares enfrentándonos a los zombis más atípicos que os podáis imaginar. Si el anterior título me parecía grande, este es enorme. Son «solo» 120 secciones más, pero el diseño del mismo amplía la experiencia de juego de forma considerable. Ahora pasaremos por distintos escenarios para llegar a la señal de los nuevos supervivientes y, además, debemos recorrer amplios caminos en nuestra moto.

Se añaden nuevas mecánicas: el control de la gasolina de la moto y su estado será algo a tener en cuenta, aparte del ya habitual control de equipo que llevamos (aunque aquí podemos repartirlo entre la moto y la mochila) y los combates. Combates vais a tener muchos, así que id preparándoos para tirar dados a menudo. Como siempre contamos con la mecánica de los puntos de héroe para intentar controlar un poco el azar, sumado al tema de que en algunos casos se podrá esquivar o resolver el combate por otros métodos que no sean arrearnos de forma directa con el zombi. 

No me extiendo explicando las mecánicas de combate porque ya las describí en la reseña anterior. Os mando allí si queréis saber más de la parte técnica.

En lo de la moto: pues tendréis que estar pendientes del combustible y sus daños, lo cual es un poco estresante en algunos puntos. A mí, de hecho, me estresó tanto que al final pasé de controlar el combustible. Aunque hay puntos de guardado, me frustraba bastante parar el viaje porque no había encontrado dónde repostar por el camino. 

Nuevamente, se agradece la enorme variedad de zombis y las locuras que los autores se han inventado para algunos de ellos. Porque aunque al final sean un par de estadísticas para cada uno, con algunas variantes, las descripciones y sus comportamientos son siempre fuente de diversión. No os esperéis nada serio. Me han recordado más a escenas de Mortadelo y Filemón que a la serie Walking Dead. Es algo que debéis tener también en cuenta: el tono del libro es de humor, más que de terror, tirando mucho a un estilo juvenil de narración. A ese nivel sigue, por tanto, la senda marcada por su predecesor. En mi caso fue algo positivo. Quizás un libro de este tipo, tan largo, con tantos combates, sin nada de humor, se me habría hecho pesado. Sí que es cierto que a veces algunos chascarrillos son de decir «madre mía, como vamos», pero es que hay muchísimos. Y no siempre se puede estar inspirado.

También nos encontraremos con personajes que, en algún caso, nos acompañarán en algunas escenas o incluso en un trecho del viaje. Uno en concreto, con una historia un tanto dramática, se hizo un huequito en mi corazón. Siempre recordaré el silbato. 

A nivel visual también hay mejoras con respecto al anterior. Hay bastantes ilustraciones y, aunque algunos dibujos siguen siendo bastante flojos (los personajes humanos, sobre todo), otros mejoran bastante (los zombis).

En general, sigue la senda del libro anterior pero ampliando sus límites: más contenido, más lugares, más exploración, más mecánicas. Si os gusta el género de zombis y el humor, es vuestro libro. 


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