Por si las voces vuelven es un libro editado por Planeta, que narra la experiencia personal de su autor con la locura, y las conclusiones personales que ha sacado luego de derrumbarse y volverse a reinventar. Dentro de su contenido podremos entrar en su cabeza, en su experiencia durante una crisis psicótica aguda que sufrió durante mes y medio y que hizo que fuera hospitalizado en el ala de salud mental de un hospital, y tuviera que reconstruirse desde cero.
Si bien este libro algunos podrian tacharlo de autoayuda, no hay percepción más equivocada, realmente su libro no pretende enseñarte nada desde la postura del gurú que cree que tiene autoridad moral para aconsejarte sobre tu vida, no tiene los típicos consejos sosos sobre qué hacer y que no, y no te dará una lista de tareas. Este libro a diferencia de muchos nace de una autentica necesidad de compartir su experiencia y sus reflexiones de como él logró salir de hueco en que la enfermedad mental lo había metido.
El mundo visto bajo los ojos de su locura podría motivar el argumento de un libro de ciencia ficción y en ocasiones de suspenso, si alguno que juega rol quiere tomar ideas para una partida adelante, el tema va mucho más allá, y toca muchas fibras.
Angel Martin había creado un mundo lleno de voces donde era una especie de elegido que comandaba una nave espacial con forma de la tierra, en búsqueda de otro planeta, al mismo tiempo veía un mundo lleno de señales entre lo correcto y lo incorrecto, y había generado una trama de comunicación mental en varias capas, creencias que lo alejaban de la realidad.
Cuenta su experiencia detallada de su locura, sus síntomas, sus sentimientos, y como es que termina hospitalizado, generando en ese evento una fractura en su vida, dado que al volver a la realidad, se dio cuenta que su presente era una mierda, y la dificultad de remontar luego de caer.
Algo muy interesante que hay que aclarar es que Martin habla de "Su experiencia", la cual tiene componentes muy placenteros, dado que se había montado en una película hedonista, donde él tenia el poder de comunicarse, y cambiar su destino como hijo de los dioses. No hablará de otros casos, ni de experiencias de terceros, sino de como vivió él su locura, dando una frase única pero a la vez controversial de que "estar loco es lo mejor que le ha pasado"
Ciertamente ese planteamiento a veces choca con quienes han tenido situaciones de enfermedad mental donde no lo hayan pasado bien, y que serian mejor para ellos olvidar, como los trastornos paranoides, o algunos donde se vive gran dolor y angustia. Hay que recordar, sin embargo que este libro habla de su experiencia y como él pudo, luego de un trabajo personal admirable darse cuenta como podía reconstruirse.
"Reconstruirse desde cero es agotador, pero tambien emocionante porque vuelves a emocionarte con las cosas. De pronto estas construyendo de forma consciente a la persona a la que te quieres convertir"
Esta frase, que es la que más recalco es, lo que siento es la clave de su libro (aunque claro hay muchas otras)
Escrito de manera simple y a veces utilizando poquisimos emogis (asunto que a veces no me acaba de cuadrar pero que entiendo su justificación), Angel Martin demuestra como para él, el volverse loco, lo convirtió en alguien diferente, cosa que además es totalmente real. He escuchado su podcast que lleva el mismo título del libro por meses, y evidentemente se nota, que de manera autentica salir de la locura lo convirtió en una persona diferente.
Ese girar la tuerca para ayudar a otros, hace que el libro sea autentico, y se aleje años luz del Gurú con miles de títulos en psicología.
Vale la pena leerlo. Lleve meses esperando poder comprarlo en mi pais, hasta que llegó a Colombia y pude dar con él. Fue un buen regalo de cumpleaños. El podcast es una especie de ampliación del libro donde se tocan otras realidades distintas a las del autor. Lo importante es trabajar en la salud mental propia.
Lo pillé en digital porque me pareció un tema interesante y, además, Ángel Martín es un tipo que me cae bien. Me parecía sorprendente que le hubiera pasado lo que le sucedió y, sobre todo, que tuviera la entereza de contarlo. Por eso no niego que lo comencé pensando que era una maniobra comercial, estilo fake documental, aunque pronto queda claro que todo lo que cuenta va en serio (o si es un montaje es de órdago).
El problema que le vi al libro es que empieza bien pero luego vuelve una y otra vez a las mismas temáticas, por lo que tengo la sensación de que le cuesta avanzar o que tuvo una necesidad de llenar páginas que no benefició al resultado. Acabé leyendo en diagonal a partir de la mitad del libro.
Sin embargo valoro la valentía de Angel Martín al compartir esto porque visibiliza un problema que no es tan infrecuente (yo conozco personalmente al menos dos personas que han sufrido casos similares), da algunos consejos para tener en cuenta las alarmas (no sé hasta que punto válidos, pero al menos los da desde la experiencia) e intenta negar un poco el estigma asociado con estas situaciones.
Por otro lado es un caso claro de 'hacer de la necesidad virtud'. A partir de este libro el chaval ha relanzado su carrera de diversas maneras. Y me alegro, que demonios, porque ya bastante mal lo habrá pasado. Al menos que le saque provecho al asunto.
Opino exactamente lo mismo que Chemo.
Por un lado, le reconozco que es un libro entretenido, divertido e interesante; pero al mismo tiempo es algo reiterativo y creo que su estilo tan cercano le resta fuerza.
Esperaba más, pero es lo que es, supongo, y funciona.
Sí estoy de acuerdo con los dos. Es más, pensé que lo había puesto en el análisis, posiblemente me lo soñé, pero algo que queria añadir es que ciertas explicaciones me fueron excesivas, dificiles de comprender y en parte como dicen centrados en ese punto sin ir hacia algún otro sitio, en algún momento parece que va a cambiar de tema, y de repente te encuentras que esta hablando más sobre sus locuras de nuevo, y realmente me hizo falta un poco más de análisis frente a los ocurrido a su alrededor. Ahora, posiblemente él tuvo una experiencia medio agradable con la locura, pero, creo que su caso no es muy común, la experiencia me dice que muchos sufren. Y sí como dice Chemo, yo tambien he tenido experiencia con personas cercanas que se les fue la olla, uno de ellos, que no tenía sanidad y que es negacionista nunca pudo recibir ayuda psiquiatrica y lo que pasó con él, es que algo de lo que pudo salir se ha instaurado en su vida. Por eso tampoco estoy de acuerdo con el hecho de que los que se alejan de personas con crisis psiquiatricas son gilipollas, a veces simplemente es necesario por autoconservación, porque su locura suele ser tan toxica que como no hay forma de ayudar es mejor dar un paso al costado.
También lo leí, y me pareció interesante, aunque es cierto que va una y otra vez a lo mismo. Lo que menos me gustó fue que disculpaba las drogas; decía que no ayudaban, pero que tampoco habían tenido que ver. Como conozco a personas con el mimo problema y que dicen exactamente lo mismo me defraudó un poco. Las drogas sí tienen que ver, y mucho. Por eso a lo que sufre él, (y mi gente que conozco) se llama "psicosis tóxica". Porque es una predisposición a sufrir el problema que se activa por el consumo.
Pero claro, a todos les cuesta reconocer su responsabilidad en algo tan grave. Hasta a Ángel Martín.