Nadie recuerda el cataclismo que destruyó el reino de Sbyr. Fue un acontecimiento catastrófico que, junto con vidas y lugares, se llevó la Historia misma, dejando a los supervivientes con una vida miserable, sin un pasado que contar y un futuro en el que creer.
Sin embargo, el cataclismo tuvo un efecto colateral: las historias ahora están impregnadas de magia e impregnan todo en el reino. Vivir una aventura digna de ser contada te hace más fuerte; las armas oxidadas de los héroes antiguos resisten más que una espada de acero forjada por el mejor herrero, y las declaraciones de amor más sentidas pueden hacer que las multitudes caigan a nuestros pies.