La Mazmorra de la IA es un punto de encuentro para quienes quieren entender y aprovechar la inteligencia artificial sin tecnicismos innecesarios. Aquí aprenderás qué hay detrás de las herramientas que ya están cambiando la forma en que trabajamos, creamos y nos comunicamos.
En cada sesión exploraremos aplicaciones prácticas, modelos de texto, imagen y vídeo, y te mostraremos paso a paso cómo integrarlos en tu día a día. También hablaremos de las novedades del sector, los límites éticos y las oportunidades que ofrece esta tecnología.
El objetivo es claro: que salgas del taller sabiendo usar la IA con criterio, creatividad y sentido común. No necesitas ser programador, solo tener ganas de aprender y curiosidad por el futuro.
| Item | Descripción | Valor |
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La Taberna del Dragón Plateado se alza majestuosa en el corazón del bullicioso mercado, con sus paredes de madera oscura y techo de paja que resplandece bajo el cálido resplandor de las antorchas. El murmullo animado de la clientela y el tintineo de las jarras chocando crean una sinfonía única. Los rayos de luz danzan a través de pequeñas rendijas en las ventanas, añadiendo un toque de misterio a la atmósfera. Las mesas de madera robusta, desgastadas por años de risas y encuentros, se encuentran estratégicamente dispuestas para fomentar la camaradería y la conversación. Las paredes están adornadas con viejas banderas descoloridas, hachas de guerra y escudos de noble factura, testimonios de hazañas pasadas y batallas que adornan el ambiente con un aire de autenticidad. En un rincón, un bardo entona melodías melancólicas con su laúd, proporcionando una banda sonora única para la velada.
El mostrador de la taberna, tallado con intrincados motivos, se extiende a lo largo de la sala, mostrando una impresionante variedad de botellas de vino, barriles de cerveza y jarras de hidromiel. El tabernero, con su mandil manchado y rostro curtido, sirve con destreza mientras escucha las historias y secretos que los clientes comparten en confianza. El olor embriagador de asados y guisos flota desde la cocina, donde un cocinero ataviado con un gorro puntiagudo trabaja con maestría para satisfacer los paladares más exigentes. La carta, escrita en antiguo pergamino, ofrece manjares como pastel de carne de dragón, estofado de lobo salvaje y otras delicias para quienes se atrevan a pedir.