Bárbaros salvajes, paisajes impresionantes y un extraño paraíso perdido te esperan, en los profundos valles aislados de las Montañas de Hierro, donde ningún hombre civilizado ha puesto un pie en siglos.
El paso norte de las Montañas de Hierro está controlado por los bandidos y ningún comerciante se atreve a cruzar las montañas para alcanzar Jalizar por tierra. Todo el mundo prefiere un más largo, pero más seguro, viaje por mar.
Esto recorta una gran parte de las ganancias, pero es la forma más segura de obtener beneficios. Obviamente hay algunas almas atrevidas que prefieren arriesgar sus vidas por llenar aún más sus bolsas de oro.
¿Vosotros sois de ese tipo de aventureros, verdad? ¡Yo juraría que si!.
Espada y Brujería
en la ambientación de
Bestias y Bárbaros (SW)
con el reglamento de
Gauntlet World
Estáis en un valle, con muy altas montañas alrededor. Son tan escarpadas que incluso una cabra montañesa no sería capaz de subirlas. La cascada por donde habéis caído se alza decenas de metros, con agua cayendo con gran fuerza desde arriba. Parece casi imposible escapar de este lugar.
Después de cinco días de dura marcha sobre la nieve mojada de las Montañas de Hierro, las paredes del desfiladero se hacen cada vez más estrechas, escarpadas y rocosas. La mayoría murmuráis por lo bajo y os preguntáis si ha sido una insensatez aceptar el encargo de la comerciante de Syranthia.
Marcháis a través de la espesa la jungla y a cada paso la temperatura se vuelve más caliente y el aire más húmedo. Sudáis abundantemente y el aire está impregnado por un velo de niebla. Huele tan mal como las cloacas de Jalizar. Pero no es niebla. No. La niebla es fría. Esto es más como... Vapor.
Hay un valle, en lo profundo de las Montañas de Hierro, completamente aislado del mundo exterior, su propia existencia es ignorada por la mayoría. Es un lugar extraño: con aguas termales otorgándole un aire cálido y selvático clima. Extrañas bestias y plantas, pertenecientes a un pasado olvidado habitan allí.