En su búsqueda del arma contra los azotamentes nuestros valientes héroes viajan al Frío Norte, más allá de la Alianza de los Reinos.
Run, rabbit, run
Dig that hole, forget the sun
When at last the work is done
Don't sit down, it's time to dig another one
Breathe (Pink Floyd)
Los tres aventureros avanzaban por la garganta nevada a paso vivo pese a que la nieve llegaba por encima de las rodillas a un humano de estatura media. No diremos que estaban huyendo porque los enanos nunca huyen sino que hacen retrocesos estratégicos. O eso afirmaba Gromenauer mientras apartaba la nieve de delante de sus narices con su recuperado escudo como si se tratase de una especie de quitanieves de fantasía medieval. Roark iba a su lado, como siempre, con el paso vivo que lo caracterizaba. Y a la izquierda, un poco más atrás, el druida que todavía no tenía claro como se había metido en aquel lío.
Porque que te persiga un gigante de hielo momificado en medio de unas montañas nevadas se puede considerar un lío de envergadura. La suerte es que las momias no destacan por su velocidad. Lo malo es que las momias que miden seis metros de alto tienen zancadas que compensan esa lentitud. Y lo peor es que cuando uno está en medio de un paraje nevado todo parece igual. ¿Dónde estaba el puesto avanzado? ¿Cuánto quedaba para llegar? Y lo más inquietante: ¿qué podría hacer un puesto invernal contra el embiste de una momia helada gigante?
Seguimos con nuestra campaña de 'Regreso a Zork'.
Gromenauer va en busca de la Academia de Magos que se encentra en medio del Distrito de Tabernas. ¡Estudiantes!
Mientras que Albyn y Roark se dirigen a la taberna del molino para averiguar como entrar en la ciudad por sitios secretos...
Roark se introduce en la alcantarillas para meter el misterioso paquete en Isaro...