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Brooklyn

Drama Histórica Romance
Por Albos

Una joven irlandesa abandona su país para irse a trabajar Estados Unidos. Allí se enamora de un chico italiano, pero la vida nunca pone las cosas fáciles.

Eilis, Tony y el Brooklyn de los 50

Nominada al Oscar a mejor película en la misma ceremonia de 2016 a la que fueron El renacido o Mad Max: Fury Road, Brooklyn es un producto tremendamente cuidado en todos sus aspectos, pero es difícil negar que es Saoirse Ronan quien carga el peso a sus espaldas. Se trata de una historia sencilla, aunque contada con suma elegancia; de una puesta en escena que no busca disputar el protagonismo a los actores, sino acompañarlos y, a veces, lucirlos; y de un tempo calmado, de un cine de décadas anteriores, en el que todo se deja reposar el tiempo suficiente y no con el frío ánimo de las cada vez menos obras que se mojan con esos ritmos. Brooklyn es la quintaesencia del camino conocido, del recorrido trillado; pero todo cuanto hace, lo hace bien.

Eilis es una jovencita frágil y su llegada a Nueva York no le hace las cosas más fáciles. Ese mundo desconocido y sin apoyos, y la añoranza por la familia y la tierra pesan en ella cuando va a trabajar y debe fingir ser feliz y amiga de los clientes de la tienda. Pero el tiempo cambia las cosas: uno conoce gente, se hace al lugar en el que vive y va cambiando. Todo va cambiando. Eilis ganará confianza y se irá convirtiendo en una mujer más independiente. Tony, un chico italiano al que conoce en un baile, será el detonante del cambio. Las citas, los paseos, las miradas. Todo lo que hemos vivido unas cuantas veces y hemos visto en la ficción, probablemente, unos cuantos cientos o miles, según cuánta consumáis.

Y es Ronan quien debe dar vida a ese cambio, quien debe ser esas dos mujeres y los grados intermedios. Y las nominaciones por el papel, supongo, pueden considerarse un aval del trabajo realizado. Intachable. No creo que el resto del reparto trabaje mal, pero es una de esas películas especialmente apoyadas sobre su protagonista, y Ronan sale muy bien parada del lance.

El valor de la originalidad

Entre afirmaciones de que no hay nada nuevo desde los escritos de Homero y loas al menor atisbo de originalidad que alguien encuentra en cualquier cosa, Brooklyn quizá no sea una película para todos los paladares. Ni es original ni pretende serlo. En nada. Todo está bien: el reparto, el montaje, la música, el vestuario... pero nunca intenta ir más allá. Es una película con las ideas muy claras y, personalmente, dudo que hubiese nadie preocupado en el equipo por ser o fingir ser originales.

Si sois de quienes buscan algo nuevo en cada cosa que ven, es probable que Brooklyn no sea para vosotros, que le pese lo conocido de sus ingredientes y la escasa osadía con la que los cocina. Todos hemos visto esta película o leído esta historia antes. Más de una vez. Y Ronan no es la primera actriz que borda un papel, claro.

Si os acercáis a ella, creo que es mejor hacerlo sabiendo que se trata de una obra tremendamente conservadora en sus recursos y fórmulas. Una buena obra, aunque nunca se salga del camino ya mil veces pisado, de una ternura un poco contenida y de una dulzura que en todo momento evita resultar empalagosa. Para mí, es más que suficiente.

Conclusión

Brooklyn es una película sencilla, de ideas y desarrollo claro y formulaico. No hay mucho riesgo en ella, pero a estas alturas deberíamos ser perfectamente conscientes de que incluso las ideas poco arriesgadas pueden fracasar estrepitosamente en pantalla, y no es el caso. Si toleráis su falta de originalidad, y no sois reacios a disfrutar de un drama romántico prototípico, creo que puede daros dos horas más que satisfactorias.


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