Magnífica, genial, maravillosa. Fui a verla la semana pasada con mis amigos y todos salimos encantados del cine. Una peli muy bien hecha, muy elegante, el tipo de película con la que no te crees que te han timado con el precio de la entrada.
La historia, aunque pueda parecer muy manida, tiene su punto fuerte en esa misma apariencia: el guión se basa constantemente en que tú piensas “Esto va a tirar por aquí y por allá porque se ve a cien kilómetros” para dar un giro que no te esperas; incluso en pequeños detalles que no son realmente importantes, pero que le dan gracia porque crees que tal personaje va a hacer tal cosa y resulta que hace lo contrario.
A mí lo que más me gustó fue la estética. Uno de los problemas que a veces le veo a la ciencia-ficción es que el mundo que el autor ha creado es tan diferente, que me resulta totalmente ajeno; pero en “Eva” sucede todo lo contrario. Tiene una estética que sobrepasa lo retro para llegar casi a lo “casposo”: jerséis de lana pasados de moda hace veinte años, pantalones que pasaron a mejor vida a comienzos de los ochenta, gafas “de culo de vaso” que parecen sacadas del repertorio de Rapel, muebles de moda hace eones, coches que tres cuartos de los mismo,... hacen que todo ese mundo no sólo te sea cercano, sino que incluso sea acogedor. A mí me pareció un gran acierto, porque además de ser original, hace que te metas muy fácilmente en la historia. Y con esto también juegan: por ejemplo, y sin destripar nada, hay una escena en la que sale un aula de la universidad, todo de aspecto “carca”, con una gran pizarra en el fondo. Tú piensas que, en un mundo con robots, las pizarras serán, como mínimo, digitales. Pues no, son de las de toda al vida; pero, si te fijas, hay una función dibujada en un lado que se mueve, por lo que le da aspecto de modernidad pero sin destrozar para nada la estética ni molestar al espectador.
Los actores son realmente buenos (bueno, la niña que actúa de Eva hace lo que puede), que es algo que también se agradece y mucho.
En cuanto a la parte “fantasiosa” de la película, los robots están muy bien hechos y se adaptan a la estética de la película: el protagonista lleva un gato-robot con él y a mí me recuerda un poco (el color y la forma de las piezas) al compresor que tenía mi abuelo cuando yo era pequeño. Pero, por otro lado, está el procesador de los robots, que es precioso y mola un montón verlo en funcionamiento. Además es una película llena de pequeños detalles que se agradecen.
El ritmo, pues más bien calmado, que no lento: no es una peli de acción trepidante, pero tiene un ritmo constante y siempre está sucediendo algo. Además, les escenas de “¡qué bonito es esto!” (como la de los caballos) no son superfluas y sirven para explicarte algo importante de la película.
La fotografía también está muy bien, con unos paisajes muy bonitos y planos muy bien seleccionados.
En definitiva, que es una película de cine español totalmente atípica, hecha con muy buen gusto. La recomiendo incluso para aquellas personas a las que no les guste la ciencia-ficción, porque no es una historia rara ni ninguna rallada mental.
¡Gracias!^^
Como tod, yo creo que es cuestión de gustos.
Amén Dumah. En cualquier caso, buena reseña. ;)
No sé que decir, la verdad, a mí la historia me pareció interesante y muy lograda.No he visto IA (Fígaro, eres la única persona que conozco que hable bien de ella, por eso no la he visto;), todo el mundo me ha dicho que es tan mala que no sirve ni para criticarla), por lo que no sé si se parecen o no. También admito que, a diferencia de los libros, que pienso mucho en por dónde tirará la trama, en las pelis me dejo llevar y ya está. Yo creo que, si la llevara más por el plano de las emiciones, sería IA2 y un tema más que repetido.
En cuanto al triángulo amoroso, me parece más interesante que sean 2 hermanos que 2 desconocidos. Además, lo de que se dice pero no se muestra (que es totalmente cierto), creo que no es necesario: la historia no trata de eso.
Y con lo actores, pues he de admitir que no soy especialista en ello, pero fui con dos amigos que hacen teatro desde los 6-7 años y son súper críticos con esas cosas y alabaron la actuación de los actores (bueno, la niña hace lo que puede, pero se lo perdonamos porque es pequeña ^^).
Como tod, yo creo que es cuestión de gustos.
Estoy de acuerdo con la opinión de Gran Joe; uno de los principales problemas que presenta la película es que se le ven las intenciones a la legua. Pero ojo, tiene otros problemas.
Para mí hay un problema muy grande y es la relación entre los tres personajes principales. Me refiero a Alberto Ammann, Marta Etura y Daniel Brühl... el director juega la baza de que se trata de una historia mil veces contada y que, como desde el principio se ve qué sucede entre esos tres personajes buena parte de la película se limita a una colección de escenas que no cuentan nada pero que sirven para dar bombo a esa estética retro futurista que, aunque a veces resulte cansina y vacía, la verdad es que queda muy bien.
¿Y los actores? Uy, no sé yo si eso de que "actúan bien" es o no es aplicable. Creo que todas las interpretaciones quedan a medias. Apuntan pero no disparan. El personaje de Daniel Brühl es presentado como un genio excéntrico e introvertido pero que en esa misma introversión se encuentra su atractivo. Pero no, el actor sonríe, gusta de gustar, se recrea en algunas actitudes maniqueas y opta por explotar su lado "mono" más que la vertiente de genio que entiende el funcionamiento de uno de esos preciosos procesadores pero desconoce cómo funciona la psique humana. Pienso que ese debería ser el quid de la cuestión. El científico debería estar abocado al fracaso a la hora de crear un robot niño porque desconoce la parte humana y sensible del trabajo. Y esa parte debería enseñársela Eva. Pero la niña tampoco está a la altura. El personaje está escrito para reflejar a una niña especial; desinhibida, divertida, diferente... Pero la niña no sabe darle un toque de naturalidad al asunto quedando forzado y antinatural.
Por otro lado está el tándem Marta Etura / Alberto Ammann que tampoco convencen. Ella es excesivamente fría; quizá a veces parece que se contiene a propósito porque ha dejado atrás su vida como diseñadora de robots por una profesión menos pasional, la de profesora, pero esa contención no está bien señalada ya que parece más bien conformismo. Y luego está Alberto Ammann, cuyo talento para la robótica se menciona pero no se demuestra, cuyo talento para las cuestiones más humanas también se nombra pero tampoco se ve, cuya rivalidad con su hermano parece superada pero también es mentira. Creo que es un personaje que sobra... perdón, creo que es un actor que sobra. El personaje puede aparecer o no. Por lo que a la historia respecta hace falta para crear ese triángulo no-amoroso pero en la película no aporta nada tanto si está físicamente como si resulta que Marta Etura está casada con (insertar nombre) y este es un conferenciante famoso que está a cientos de kilómetros dando una ponencia. El guión necesita que Marta Etura haya pasado página y para eso introducen un personaje rival de Daniel Brühl pero contrapuesto a este; no tan brillante pero si más guapo, encantador, sociable... esto se "dice" en la escena de la partida de ajedrez (escena vacía dónde las haya) pero no se "muestra".
Y, bueno, decir que Lluís Homar es una mala copia del personaje de Jude Law en Inteligencia Artificial es quedarse corto.
En todos los casos, por lo que a mi opinión respecta, pienso que se trata de un problema de dirección. Creo que Kike Maíllo, como tantos directores noveles que estudian en las academias de cine españolas, están más entusiasmados por la realización (sonido, fotografía, diseño de producción, efectos especiales, etc.) que por contar una historia. Ese es el mayor problema de la película; como la historia está clara desde el minuto 20 (aprox.) se recrea en mostrar esos (maravillosos por otra parte) gadgets (el procesador robótico, el gato, el mayordomo, el caballo, el frío e inhóspito entorno, la estética retro, ese interesante "futurismo") ya que el espectador sabrá seguir la trama él solito.
Y aún hay otro tema... la ausencia de ternura; la película no conmueve. Está claro que comparar esta cinta con Inteligencia Artificial es absurdo por una diferencia abismal en la experiencia y trayectoria (y medios) de sendos directores, guionistas, productores, etc. Sin embargo está claro que la obra de Kubrick/Spielberg es un referente demasiado claro en lo que a temática se refiere como para ignorarlo. Y al margen de la parte económica IA cuenta con un gran valor, la emoción. El trabajo de Haley Joel Osment es digno de mención pero toda la película está llena de matices amables en un mundo cuya crueldad es terrible. Y esto provoca que el final de David (a pesar de estar estirado hasta la nausea) sea emotivo y te atrape. El final de Eva no lo es; no emociona.
En cualquier caso da gusto ver que en España nos atrevemos a estas cosas (poco a poco) y creo que es un camino por el que seguir trabajando. Probablemente en unos años Kike Maíllo nos dará buen fondo (además de forma).
Y un más que merecido 10:)