“La Tierra es un barco demasiado grande, una mujer demasiado hermosa, una música que no sé tocar”
La película es una de esas rarezas que destila sensibilidad y maestría. Evoca a través de la música tantos detalles de la personalidad de su protagonista como pocas cintas consiguen a pesar de poder tener un guión mucho más denso. Sus pequeñas narraciones descubren una lectura idealista y hermosa de las pequeñas cosas de la vida, sólo por poner un ejemplo: el primer pasajero que ve América desde el barco o el método para evitar que el trompetista se maree en el barco (una escena deliciosa con un toque de humor soberbio)
La historia de Danny Boodmann T.D. Lemon '1900' es pura música con una dosis de magia y lirismo que pocos directores o ninguno al menos en mi opinión pueden llegar a plasmar. La vida de un hombre que nunca pudo poner un pié en tierra, que pasaba su vida viajando de lado a lado del mundo, atravesando el océano y cuya finalidad no era la de llegar a algún lugar. Simplemente navegaba sobre el mar. Un individuo con el don de saber leer en las personas para sacar las melodías que se escondían dentro de ellos, haciendo de cada una de ellas una sinfonía de notas que puede mostrar al espectador toda una capa de sentimientos encontrados, haciendo que además, sean plenamente palpables. Un hombre que disfrutaba tocando para los ocupantes de la tercera clase sus melodías nacidas de la nada y que era capaz de emocionarse en un duelo de piano sólo porque le gustaba la melodía que tocaba su rival sin tener en cuenta normas o los protocolos mas allá de su entendimiento. Un hombre tan íntegro e inocente que es en sí mismo uno de los mejores personajes que ha aparecido en una pantalla de cine en años siendo simplemente una actuación total y absolutamente magistral, los gestos, las miradas... De hecho esta "leyenda del Pianista en el Océano" es una de estas obras del cine italiano con un final absolutamente brillante y sincero que quedará en la psique del espectador durante mucho tiempo.
En mi baremo se merece un 10/10, nunca una película tan larga (2 horas) ha resultado ser algo tan exquisito,suave, ligero y lleno de sentimiento.
Es una de las mejores películas que he visto, del estilo la mejor sin duda. Hoy en día es raro encontrarte con una película que realmente transmita algo que no sea violencia o similar (al menos en mi caso)
No te la pierdes, merece mucho mucho mucho la pena. La escena donde le enseña al trompetista a no marearse es sencillamente deliciosa. Suscribo ese 10/10
Esta la tengo que ver. ¡Muchas gracias, Rhas!