Es una comedia principalmente, olvidaos de que os podáis poner "muy contentos" viéndola.
Serie corta, que podéis ver en un día o en un fin de semana. Son 7 episodios que duran si mal no recuerdo unos 20 minutos cada uno.
Particularmente, el humor que se gastan es bastante negro o cuanto menos, desluengüado, pero consiguen mezclar lo a la perfección con la humanidad de los protagonistas. Al fin y al cabo, mucha gente usa el humor para protegerse. Y no solo eso, si no que nos ponen ejemplos perfectos de algunas verdades que hay en la sociedad de una forma muy sutil, como si no les costase nada.
No es una obra de arte, pero te deja un buen sabor de boca general y tiene esa pizca picante donde todo acaba en risas sin que se muestre absolutamente NADA.
La terminé hace tiempo y me decepcionó un poco. Los primeros capítulos muestran cómo Tiff intenta meter a Pete en el mundo del BDSM, mientras que los finales desarrollan las historias de Pete y Tiff desde que se conocieron en el instituto hasta que acabaron allí. Me hubiese gustado algo más largo, con un enfoque más BDSMero que social, pero el humor y los pocos chistes que puedes encontrarte (por lo corta que es) te sacan una sonrisilla, y no viene nada mal para echar un buen rato.
Técnicamente, el reflejo del mundo el BDSM es mucho más fiel y mil veces mejor que 50 Shades. Integra a la perfección en las partes que lo muestra la parte pervertida y desviada de la gente que se adentra en el mundo con la parte humana que mezcla.
Recomendada, pero no idolatrada.