El mal resurge durante la Segunda Edad de la Tierra Media.
En un período de relativa calma…
Pues menos mal que es un momento más o menos tranquilo, porque en los ocho episodios de la serie no dejan de pasar cosas muy locas. Uno podría decir, de hecho, que es un momento bastante agitado, claro que debería ser el efecto esperado al hacer que los acontecimientos de miles de año de canon transcurran simultáneamente. Entonces ¿qué le pasa a esta serie respecto al canon?
Debo decir que no lo sé. Ni soy muy forofo de la Tierra Media ni el apego al canon en las adaptaciones es algo que me preocupe especialmente. Disculpad el párrafo anterior que es, casi, una pequeña broma respecto a la sinopsis oficial de la serie.
Calma o no calma, nos encontramos ante un producto con una factura audiovisual sorprendente. Todos los aspectos técnicos de la serie están muy cuidados. Sorprende encontrarse, tanto más en televisión, un vestuario o unas localizaciones tan bonitas y bien exprimidas. La música es épica, en su justa medida, y la fotografía, preciosa… Es difícil encontrar de qué quejarse en ese aspecto. Amazon gastó un muchillón de dólares y los distintos planos de la serie parecen haber sabido beneficiarse de esa ingente cantidad de dinero. Pero en esa relativa calma del colchón presupuestario…
Empiezan los problemas
Donde tal vez, y pretendo ser educado, falle Los anillos de poder es en su texto, en su guión. Por un lado, demasiadas cosas suceden simultáneamente y es difícil llegar a empatizar con los personajes, a los que vemos de un lado para otro diciendo cosas de tolkieniana profundidad mal entendida, en mi modesta opinión. En los primeros episodios, y usaré este ejemplo para ilustrar a qué me refiero, conocemos a una Galadriel muy diestra con las armas y con ganas de sangre a la que envían a Valinor; pero rechazando ese honor, y ya ante las luces de la Tierra de los Valar, se lanza al océano dispuesta a ¿cruzarlo a nado de vuelta? Pero entonces se encuentra una pequeña e improvisada balsa a la deriva en la que conoce a Halbrand, y entonces los ataca un ser misterioso y casi se ahoga, pero entonces el aparentemente egoísta Halbrand se tira a salvarla, y… Esto, guau, ¿qué? Me pasé media serie preguntándome por qué no había decidido renunciar a Valinor antes de meterse en el barco para ahorrarse todo aquello que nada aportaba. ¿Presentar a Halbrand? Creo que a cualquier espectador se le ocurriría una forma mejor, o menos forzada, de introducir al personaje en la serie.
Son esa clase de decisiones (no voy a poner más ejemplos para no destripar sorpresas a quienes aún no hayan visto la serie) las que deslucen Los anillos de poder. Hay cosas que funcionan bien: el arco de los Harfoot y el extraño de las estrellas, o la, a su manera, hermosa relación entre Elrond y Durin hijo, pero también hay abundante material que parece algo perdido, tan guiado por su interés mecánico que en todo momento se antoja artificial, frío… fabricado.
No me entendáis mal. Hay cosas buenas y bonitas en Los anillos de poder, y creo que mucha gente ha echado pestes por encima de sus posibilidades. Puedo entender que para un fan intransigente haya demasiado imperdonable en el tratamiento del lore, pero más allá de eso no creo que nos encontremos ante una serie horrible. Entonces ¿qué le pasa? Pues le pasa que es decepcionante, que en todo momento parece que debería ser mejor de lo que es. No ya por el dineral invertido, que también, sino por la riqueza del texto fuente. Puede que el producto no sea malo, pero es demasiado fácil pensar que, como si fuese un pequeño hobbit, no da la talla para montar el caballo del trasfondo de la Tierra Media.
Entonces ¿qué?
¿Me pareció buena o mala? Que aquí vamos a lo que vamos. Pues, para mí, ni una cosa ni otra. Se deja ver, en parte por su increíble puesta en escena y alarde técnico (tan solo la carga de caballería me pareció demasiado digital), por la belleza de sus escenarios y por algunas conversaciones más inspiradas; pero también hay mucho que choca, que rechina y que, en resumidas cuentas, decepciona. Dudo que Los anillos de poder sea la obra con la que nadie soñaba.
Puede afectar que yo sea el hombre ñeh y que pocas cosas me parezcan buenas o malas, pero para mí se trata de un gran e innegable Ñeh. Con mayúscula y todo. Le daré una oportunidad a la siguiente temporada a ver si la cosa despega o si resulta que esto es todo cuanto Patrick McKay y John D. Payne tienen para ofrecer, en cuyo caso, seguramente, me tire del barco a imagen y semejanza de Galadriel, que no sé si me quiero quedar eternamente en esta Valinor. ¡Aún tengo muchas series que ver!
He podido ver la serie, la temporada completa.
Creo que este tipo de productos hay que verlos sin crearse grandes expectativas, dado que cada uno tiene su propia visión de cómo tendría que ser la serie, los personajes, los escenarios... y más en producciones basadas en iconos culturales como el que nos ocupa.
La obra de Tolkien todos sabemos que es immensa, grandiosa, muy rica y llena. Multitud de personajes, ubicaciones, anécdotas y aventuras. ¿Se puede plasmar todo esto en un medio visual y que esté a la altura de su magnificencia? Debemos recordar que somos meros humanos, no elfos inmortales.
Además que partimos de la base que "está basado en", por lo que dejando de lado algunos aspectos canon que no pueden alterarse, todo lo demás hay libertad creativa y artística (a parte de las limitaciones presupuestarias y tecnológicas) para hacer al antojo de productores y directores.
También dejo de lado la controversia de elfos de color, o hobbits de piel oscura o personas con rasgos asiáticos y sobre si "en la Tierra Media no hay elfos negros porque Tolkien no lo escribió así". Es ridículo y lo importante es la interpretación de los actores.
La serie se deja ver, cierto que a veces la acción se ralentiza, hay muchos personajes y no todos tienen el desarrollo que se merecen, pero es interesante, permite ver más sobre el Universo Tolkien y las aventuras de los habitantes de Tierra Media (y alrededores).
Espero que hagan otra temporada.
Harán otra temporada, está ya confirmado, pero el "Universo Tolkien" ni está ni se le espera.
Creo que si hubieran planteado la serie como lo que es (una historia de fantasía sin demasiada relación con los Cuentos Inconclusos o el Silmarillion), y hubieran llamado Goladrina al personaje de Galadriel, Atlántida a Númenor y Ser-muy-malo a Sauron, se habrían ahorrado muchas de las críticas. Porque, en ese sentido, eran completamente merecidas: escogen una época de la Tierra Media en la que hay (comparativamente) poca información, sólo para pasársela por el forro tranquilamente.
La serie tiene fallos (el tema del barco que comentan arriba es uno de ellos) y cosas que funcionan mejor. Es una serie que, aunque no te va a cambiar la vida, se deja ver y tiene cosas decentes... si te olvidas de toda la ambientación de Tolkien.