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Sinopsis

El protagonista principal de la historia es el joven primogénito de una familia aristocrática maldito desde su infancia por una bruja misteriosa: todo ser vivo que toca (plantas, animales, humanos) muere irremediablemente al instante. A causa de esto su familia le rechaza y le envía a vivir a una lóbrega y solitaria villa en medio del bosque. Sus amigos y conocidos le tratan como a un monstruo y quienes le conocen le temen y le llaman "El duque de la muerte". Sin embargo este joven no está solo: cuenta con la compañía y apoyo incondicionales de Rob y Alice, su mayordomo y sirvienta, que hacen cuanto pueden para ayudarle a vivir una vida normal. Con ellos, el duque se meterá en una aventura sobrenatural tras otra buscando la manera de romper su maldición mientras profundiza en su amor por Alice.

Opinión de Konietzko

Por motivos que no vienen al caso no me gustan las historias románticas y de hecho empecé a verla más por mi señora que por interés propio. Y fue todo un acierto porque la serie me enganchó desde el primer capítulo ¿Por qué? Sigue leyendo y te lo cuento.

Nota: el vídeo está disponible públicamente en YouTube. No gano absolutamente nada enlazándolo aquí aparte del gusto de compartir algo bonito.

El opening:

Lo que distingue la canción de apertura de esta serie es el hecho de que aparecen los dos protagonistas cantando a dúo sobre la relación que les une y cómo les afecta la maldición. Personalmente me emociono cada vez que veo el anhelo en la mirada de los protagonistas mientras se lamentan por no poder tocarse y al mismo tiempo prometiéndose que no dejarán que nada los separe. Arriba os dejo la versión extendida con subtítulos en español. Quizá no sean 100% precisos, pero por lo que he visto por Internet se acercan bastante a la realidad.

Personajes:

Alice y el Duque

Los protagonistas principales son el duque (a quien nadie llama por su nombre en toda la serie) y su doncella (o "maid" para los puristas) Alice Lendrott, y la historia gira en torno a la peculiar relación que mantienen. A Alice le divierte provocar al duque, mostrándole su generoso escote o levantándose la falda siempre con una sonrisa pícara en los labios. Como descubrimos a lo largo de los capítulos, Alice utiliza estas provocaciones para sacar al duque de sus momentos más oscuros y depresivos o simplemente para divertirse viendo las azoradas reacciones del señorito.

¿Le gustaría ver mi ropa interior, señorito?

Sin embargo, Alice tiene mucho más matices aparte de esta faceta díscola. El personaje arrastra sus propios traumas del pasado y su amor por el duque no es casual ni caprichoso. Al margen de su relación con el duque Alice es amable, sensible y tiene una gran fuerza de voluntad, demostrando en varias ocasiones que ella hace lo que quiere cuando quiere sin dejarse mangonear por nadie.

En el otro lado tenemos al duque, personaje que en su diseño y comportamiento me suena mucho a uno que Tim Burton podría haber creado para Johnny Depp. Es un personaje torturado por su maldición que al principio de la serie y en varias ocasiones vemos hundirse en la miseria, de la que es rescatado por Alice o su mayordomo Rob. Con el paso de los capítulos vemos crecer su amor por Alice hasta el punto de estar dispuesto a enfrentarse a su aristocrática e intransigente familia, quien a pesar (o además) de rechazarlo no aprueban su relación con Alice a causa de la diferencia de clase social. Su mayor preocupación son los juegos de Alice, a quien le encanta acercarse lo máximo posible a él y fingir que va a tocarle, lo que conduciría a su muerte inmediata. Resulta muy divertido verle poniéndose rojo como un tomate y dando mil y una excusas para evitar que Alice se le acerque y ver cómo ésta no sólo las ignora sino que se divierte con ellas. Conforme avanza la serie descubrimos en él un alma inocente y bondadosa que se preocupa por el bienestar de quienes le rodean, hasta el punto que uno se pregunta qué crueldad hace falta tener para lanzarle semejante maldición.

Bailemos juntos Alice, pero por favor no me toques.

El tercer habitante fijo de la villa del duque es el mayordomo Rob, anciano entrañable con una sorprendente capacidad para la memoria, la vista y el oído selectivos. Este personaje cuidó del duque en solitario hasta la llegada de Alice a la villa, convirtiéndose en una suerte de padre para la adorable parejita. Tiene muchos momentos memorables a lo largo de la serie. Nota: no estropeéis sus plantas.