Antes de comenzar explicar por si alguien quiere no mirarlo: no me gustaban los libros que leí, y tampoco es que los videojuegos me parecieran la panacea como a muchos.
Decidí dar la oportunidad a la serie porque había sido recomendada por mis amistades (no todas conocedoras de las obras previas).
Lo primero decir que la temporada actual se basa en historias que tienen poca relación con los videojuegos que es lo que la mayoría del público conoce.
El personaje principal Geralt, como ya supuse desde el anuncio de la serie queda un poco raro, explico, es un personaje poco expresivo un lobo estepario con el que puedes llegar a casar si lo controlas como en el videjuego pero en un formato audiovisual darle el foco de la acción y la historia iba a quedar bastante seco, es poco expresivo, no el actor, es una cuestión del personaje y su adaptación a este medio.
No tengo quejas de ninguna actriz, ni de ningún actor de la serie, nadie destaca.
Los efectos especiales y visuales son mejorables, en algunos capítulos es muy notorio que se hizo un montaje muy rápido, el racord algo parecido.
Es una serie entretenida pero yo no la recomiendo en exceso, cuando aprendía de materia audiovisual había algo que tenías que tratar de montar bien "definir a la gente la trama principal para cualquiera y los detalles para gente más observadora o atenta".
En el caso de The Witcher mi impresión a la hora de darte una narrativa principal es que lo pone muy difícil, entendí perfectamente cual era el juego de la trama, la problemática es que muchas de esas personas que me la recomendaron no la pillaron en toda la temporada o solo en los últimos episodios.
Por esto digo que es el único apartado que veo muy significativo, una serie cuya trama principal tiene un juego que el espectador tiene que ver toda una temporada para entender de qué va.
Si alguna al ver la serie, no tuvo esta impresión, lamento no poder poner los ejemplos que justifican lo que digo, es por no hacer spoilers a la gente que le interese. Si alguien mete un poco la vista atrás se percatará que viendo el inicio de la serie, todo parece que se moverá en un patrón simple de simples aventuras por capítulo.
Mi conclusión es que se trata de una serie que es entretenida, que la actuación es muy aceptable, pero que requiere de mucho pulimiento a la hora de contar sus tramas.
No he podido con ella. El montaje parece increíblemente tosco, han vuelto un poco al lío entre tramas, han seguido separándose del material original sin mucho acierto y a veces parece que Cavill intenta mantener el chiringuito él solo. En condiciones normales diría que solo es una temporada floja y habría acabado de verla, pero, con las noticias sobre la marcha del protagonista y con la decisión de alejarse más aún de las novelas sobre la mesa, he decidido bajarme del barco.
The Witcher queda, para mí, como lo que pudo haber sido y no es. Una lástima.
Es bastante entretenida y de gran calidad, en donde la historia es atrapante pero no es una de esas series en donde todo el menú está servido, excepto ¡por que tetas!... la verdad que no tengo problemas con ello ni me quejo pero cosas así destruyeron otras series que terminaron ser más algo pseudoerótico malogrado con mucha sangre innecesaria y llenando de falsas expectativas a su público sin desarrollar mucho a los personajes o haciendo cosas innecesarias.
Obviamente es imposible una puesta en pantalla 100% calcada de cada hoja escrita por el autor y no voy a meterme en ese punto para no terminar linchado innecesariamente pero en lo personal me gusta mucho y busco momentos de calma en donde disfrutar cada capítulo.
The Witcher ha vuelto con las ideas más claras, mejor ejecución y, me atrevería a sugerir, más presupuesto.
Los mayores problemas de la primera temporada (casi todos de estructura, como ese lío absurdo de las líneas temporales que nunca jugó en beneficio de la serie, pero también otros detalles como el aburrimiento absoluto de las luchas multitudinarias poco trabajadas) han sido reducidos al mínimo. The Witcher apuesta por una estructura mucho más sencilla y clara en la que seguimos por un lado a Geralt y a Ciri, y por otro, mayormente, a Yennefer, mientras se suceden, muy libremente, los hechos de La sangre de los elfos. Digo muy libremente porque, ahora sí, el equipo creativo ha decidido ir separándose de la narración de Sapkowski e ir haciendo su propio relato. Esto, que probablemente levantará las iras de los aficionados más intransigentes, permite que la serie recorra un camino propio y se guarde sorpresas para los que ya conocían la historia del brujo.
Para alguien como yo, que de una adaptación pide sobre todo que mantenga el espíritu y haga cosas entretenidas e interesantes, esta segunda temporada tiene muy poco de lo que quejarme. Ojalá sigan por esta vía. Esta es la The Witcher que quería ver. El futuro de la serie se ve, ahora mismo, algo más optimista.