Videojuegos

Afterlife de Microprose supuso un nuevo concepto de estrategia administrativa, otorgando al jugador el rol del mismísimo Demiurgo, con el deber que conlleva construir el cielo y el infierno y además hacerlos funcionar con eficacia.

De los detalles más agradables de este juego destaca el que estuviera en español, además de tener 2 asistentes que nos ayudarían en nuestra tarea, un sarcástico, cascarrabias y tacaño demonio llamado Jasper Turbador, y una cándida, inocente y pelmaza ángel llamada Aria Buenhalo.

Incluso parece sencillo a primera vista merced a los excelentes tutoriales que dispone, construye una puerta en el cielo y en el infierno, conéctala con carreteras y construye zonas para desarrollar los castigos para los 7 pecados capitales o los premios para recompensar a las almas pías.

En cuanto se haya desarrollado una mínima porción empezará el desafío del juego, la macrogestión, las almas dan peniques que es la moneda de cambio, pero necesitaras miles para empezar a generar ingresos, sino quieres pagar mano de obra importada deberás entrenar a tus propios ángeles y demonios obreros además de darles un lugar donde residir.

No descuides la visión al planeta, la gente tiene muchas creencias, algunos no creen en el cielo, otros en el infierno, otros directamente no creen en el más allá, ciertos sujetos tienen fe en la reencarnación mientras que otros solo creen que hay una vida y un destino final.

El juego a mi modo de vez no alcanzaría mucho éxito debido a su complejidad y su lentitud, su desarrollo es lento, muy lento y se tarda muchísimo en empezar a ganar dinero con el que mejorar. Como buen demiurgo tienes que atender todos los detalles, absolutamente TODO tiene relevancia para el desarrollo del cielo y el infierno, desde el premio/castigo más cercano hasta la cantidad de mano de obra asignado, todos esos parámetros son los que el jugador debe controlar y ajustar correctamente para desarrollar a pleno potencial el más allá.

Tal vez por eso este juego incluya impresionantes gráficas, estadísticas, mapas y esquemas mostrando cada detalle de tu paraíso o del infierno para poder permitirte ajustarlas a su máximo rendimiento, pero es tal la meticulosidad que mucha gente se desanima ante el excesivo control.

Veo en contra el tema de los desastres, puedes jugar con riesgos de sufrír catástrofes tanto en el cielo como en el infierno, desde que se te congele este a que un diablo gigante imitador de Elvys baile destrozando todo lo que has construido, puedes jugar sin desastres pero entonces cada alma que tengas te otorga solo la mitad del dinero, ralentizando aun más el progreso.

Si alguno quiere un verdadero reto y le gustan los juegos con tantos apartados de control esta es su mejor elección, pero si por el contrario prefiere estrategia algo más rápida y amena Afterlife no será de su agrado.

Aunque un aspecto muy positivo es el humor del juego, las descripciones de los premios y los castigos así como la ayuda de los asistentes y los tutoriales, un humor singular e ingenioso que ayuda a hacer más ameno el juego y le otorga una singularidad única. Algunos ejemplos son la temible "Nariz Voladora", "Disco Infierno", "El único bar de solteros decente de la creación", "Golosinas y dulces Guarro e Hijos S.A.".

Un gran juego y una gran idea, que para muchos se les fue de las manos con la dificultad.